“Ustedes están siendo engañados por ella, ¿de verdad creen que solo mi hijo tiene la culpa? Qué risa me da. Dejen de ser marionetas manipuladas por ella.”

La frase que encendió el fuego mediático salió de la boca de Montserrat Bernabeu, madre de Gerard Piqué, en un momento en que nadie lo esperaba. Después de meses soportando las críticas, el silencio de Bernabeu se rompió como un cristal. Con tono desafiante y palabras cargadas de veneno, la mujer que siempre había mantenido una imagen discreta decidió hablar. Y lo que dijo no solo dejó a todos con la boca abierta, sino que también desató una tormenta en redes sociales que todavía no se apaga.

Los seguidores de Shakira, acostumbrados a verla como víctima de una traición amorosa, reaccionaron con furia ante las palabras de la madre del exfutbolista. En cuestión de horas, el nombre de Montserrat Bernabeu se convirtió en tendencia mundial. Algunos la acusaron de intentar limpiar la imagen de su hijo a costa de atacar a la cantante colombiana, mientras otros comenzaron a preguntarse si detrás del drama público existía una historia más compleja de lo que se había contado hasta ahora.

Pero lo que parecía ser solo una declaración provocadora se transformó en un verdadero escándalo cuando, horas después, un misterioso audio de veinte segundos comenzó a circular en internet. En la grabación, que aún no ha sido verificada oficialmente, se escuchan voces alteradas, gritos y una atmósfera tensa. Fuentes cercanas afirman que el clip pertenece a una discusión en el equipo de trabajo de Shakira, y que el caos estalló justo después de las declaraciones de Bernabeu.

El equipo de la artista reaccionó con rapidez, intentando frenar la difusión del audio, pero ya era demasiado tarde. Los fanáticos lo analizaron segundo a segundo, buscando pistas sobre su autenticidad. En medio de la confusión, surgieron versiones que aseguran que Shakira, visiblemente afectada, habría tenido un arranque de furia al enterarse de las palabras de la madre de su ex. Según testigos, sus ojos estaban rojos, su voz temblaba de rabia y nadie del equipo se atrevía a acercarse.

Mientras tanto, en las redes, Montserrat Bernabeu parecía disfrutar del caos. Su sonrisa, en las pocas fotos recientes, fue interpretada por muchos como una muestra de satisfacción. Algunos medios aseguran que su entorno más cercano la animó a hablar desde hace tiempo, cansados de ver cómo la imagen de su hijo era destruida día tras día. Ahora, tras soltar su “bomba”, no parece tener intención de retractarse.

El enfrentamiento entre ambas mujeres ha abierto un nuevo capítulo en la historia de una separación que parecía ya cerrada. Nadie sabe cuál será el próximo paso: si Shakira responderá públicamente o si su equipo tomará acciones legales. Lo cierto es que, después de esta declaración, el escándalo Piqué–Shakira ha resucitado con más fuerza que nunca, y el público, dividido entre el amor y el odio, sigue observando cómo la guerra mediática continúa su curso.