Stephen Curry sorprendió al donar todo su patrimonio personal y una inversión valorada en 10,9 millones de dólares en 2025, junto con el apoyo de sus socios comerciales, para construir y administrar una serie de centros de apoyo para personas sin hogar en Estados Unidos. ¡Este sorprendente acto encierra algo inesperado!
El mundo del deporte y la filantropía quedó conmocionado tras el anuncio de Stephen Curry, estrella de los Golden State Warriors, quien decidió donar la totalidad de su patrimonio personal y una inversión valorada en 10,9 millones de dólares. Su objetivo: crear y mantener una red de centros de apoyo para personas sin hogar en diferentes ciudades de Estados Unidos. La noticia fue confirmada por su fundación “Eat. Learn. Play.”, pero lo que realmente llamó la atención fue el tono personal y emotivo con el que Curry explicó su decisión, dejando entrever que detrás de este gesto hay una historia más profunda de compromiso y transformación.

Según declaraciones del propio Curry, la idea nació tras varios encuentros con comunidades afectadas por la pobreza extrema durante un viaje benéfico a Los Ángeles en 2024. Allí, el jugador quedó impactado al conocer a familias enteras que, a pesar de trabajar, no podían acceder a una vivienda digna. “No puedo seguir viviendo con comodidad sabiendo que miles de personas duermen a la intemperie cada noche”, comentó. Su reacción no fue solo de indignación, sino de acción concreta. Decidió redirigir gran parte de su fortuna para crear un modelo autosustentable de centros de ayuda que ofrezcan comida, alojamiento temporal, asistencia médica y programas de capacitación laboral.
Lo inesperado del gesto no se limita al tamaño de la donación, sino al modo en que Curry planea involucrarse personalmente. Fuentes cercanas afirman que el jugador se tomará un año sabático tras la temporada 2025 para supervisar la construcción de los primeros tres centros en San Francisco, Oakland y Atlanta. Además, contará con el respaldo de varios socios comerciales, incluyendo marcas con las que ha colaborado durante años, como Under Armour y Rakuten, que también se comprometieron a aportar fondos y recursos logísticos.
La reacción del público fue inmediata. Miles de fanáticos y colegas de la NBA elogiaron la valentía y la generosidad de Curry, destacando que pocos atletas están dispuestos a comprometer su estabilidad económica personal por una causa social. Sin embargo, algunos críticos señalaron que el gesto, aunque noble, podría ser simbólico y difícil de sostener a largo plazo. Curry respondió con serenidad: “Esto no es caridad temporal, es una inversión en humanidad. No quiero solo donar dinero; quiero cambiar estructuras”.
El “acto inesperado” al que alude su entorno parece estar relacionado con un plan más ambicioso: Curry estaría desarrollando, junto a su esposa Ayesha, una iniciativa educativa vinculada a estos centros, con el fin de ofrecer becas a jóvenes sin hogar para que puedan continuar sus estudios. Si se concreta, sería uno de los programas de reinserción social más grandes impulsados por un deportista en la historia moderna de Estados Unidos.
Mientras tanto, el jugador continúa entrenando y participando activamente en actividades comunitarias. Con su gesto, Stephen Curry ha demostrado que su grandeza trasciende las canchas y que su legado podría ser recordado no solo por los triples imposibles, sino por su compromiso con quienes más lo necesitan.