En un giro que ha encendido las redes sociales y los titulares deportivos, el entrenador del FC Barcelona, Hansi Flick, desató una tormenta de controversia tras el sorteo de la fase de liga de la UEFA Champions League 2025/26, celebrado el 29 de agosto de 2025 en el Grimaldi Forum de Mónaco. En una rueda de prensa posterior al evento, Flick acusó al Real Madrid de beneficiarse de un sorteo “sospechosamente favorable”, afirmando que el club merengue “solo sabe hacer trampas” para asegurar un camino fácil en la competición. La declaración, cargada de indignación, se produce tras un sorteo que otorgó al Real Madrid rivales como el Almaty de Kazajistán y el Newcastle United, considerados menos exigentes que los enfrentamientos del Barcelona contra equipos como el Chelsea y el PSG. Sin embargo, la respuesta serena y astuta de Jude Bellingham, estrella del Real Madrid, ha cambiado el rumbo de la narrativa, generando entusiasmo entre los aficionados blancos.

El sorteo de la Champions League, que asignó a cada equipo ocho rivales de los cuatro bombos, evitó enfrentamientos entre clubes del mismo país, lo que dio lugar a especulaciones sobre la equidad del proceso. Flick, visiblemente frustrado, señaló que el Real Madrid parecía haber sido favorecido por un “patrón recurrente” en los sorteos europeos, insinuando influencias externas en la UEFA. “Es increíble cómo siempre terminan con los rivales más cómodos. Esto no es casualidad, es una vergüenza para el fútbol”, afirmó el técnico alemán, según reportó Marca. Sus palabras resonaron rápidamente en las redes sociales, con aficionados culés apoyando su postura y acusando al Real Madrid de manipular el sistema, mientras que otros, como el usuario de X @kykyszn, señalaron supuestas conexiones históricas entre el club blanco y los árbitros, recordando el caso Negreira.

El Real Madrid, por su parte, no se quedó de brazos cruzados. Jude Bellingham, el mediocampista inglés que se ha convertido en una figura clave para los blancos, respondió con una calma que contrastó con la furia de Flick. En una entrevista con TNT Sports tras el sorteo, Bellingham dijo: “No controlamos el sorteo, jugamos contra quien nos toca. Si el Barça piensa que esto es fácil, que vengan a jugar en Almaty o en St. James’ Park. El fútbol no se gana en el sorteo, se gana en la cancha”. Su réplica, elegante y contundente, fue celebrada por los aficionados madridistas, quienes inundaron X con mensajes de apoyo, como el de @realmadrid: “¡Bellingham calla bocas! ”. La respuesta del inglés no solo desarmó las acusaciones de Flick, sino que también reforzó la confianza de los seguidores en la mentalidad competitiva del equipo.

La controversia no es nueva en la rivalidad entre Barcelona y Real Madrid, que trasciende lo deportivo y se alimenta de narrativas de favoritismo y conspiración. En 2018, ESPN fue criticada por sugerir que el Real Madrid había amañado un sorteo de Champions League contra el Ajax, una acusación que el club desmintió categóricamente. Más recientemente, Real Madrid TV ha avivado las llamas al cuestionar la imparcialidad de árbitros como Sánchez Martínez, vinculándolo al escándalo Negreira, donde el Barcelona fue acusado de pagos indebidos a un exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Aunque no hay pruebas concretas que respalden las afirmaciones de Flick sobre el sorteo, su explosiva declaración refleja la frustración de un Barcelona que, pese a su resurgimiento bajo el mando de Flick, enfrenta un camino más complicado en la Champions.

El Real Madrid, mientras tanto, mantiene su enfoque en el terreno de juego. Carlo Ancelotti, en una conferencia de prensa el 28 de agosto, restó importancia a las acusaciones, afirmando: “Hansi es un gran entrenador, pero a veces las emociones nos superan. Nos veremos en la final, si llegamos”. La confianza del italiano se basa en la solidez de su plantilla, con Bellingham como líder emocional y táctico. Sin embargo, la prensa española, como El Confidencial, señala que las palabras de Flick podrían galvanizar al Barcelona, que busca recuperar su dominio europeo tras años de tropiezos.

A medida que la fase de liga de la Champions League se acerca, la rivalidad entre ambos clubes promete más capítulos de tensión. Por ahora, Bellingham ha ganado esta batalla verbal, pero el verdadero veredicto llegará en el césped, donde el Real Madrid deberá demostrar que su “suerte” en el sorteo no define su destino.