Franco Colapinto, el joven talento argentino que recientemente ha destacado en el mundo de la Fórmula 1, dejó una declaración contundente a la escudería Alpine. En un tenso encuentro con los directivos del equipo, el piloto de 20 años dejó claro que las críticas hacia su rendimiento y las decisiones de la escudería no podían seguir. “O él o yo”, dijo Colapinto en una reunión interna, dejando en el aire la amenaza de abandonar la escudería para siempre si la situación no cambiaba.

La relación entre Colapinto y Alpine había sido tensa en los últimos meses debido a diversas críticas sobre su desempeño en las primeras pruebas y su relación con el equipo. Aunque el joven piloto había mostrado un gran potencial en la Fórmula 2, algunos cuestionaban su capacidad para adaptarse rápidamente a la Fórmula 1. Esto generó un ambiente cargado de presiones tanto externas como internas, ya que algunos miembros del equipo comenzaban a dudar de su valía para el puesto.

El ultimátum de Colapinto no solo dejó claro su malestar, sino que también puso a Alpine en una encrucijada. La escudería no solo tenía que lidiar con las críticas externas, sino también con la amenaza de perder a uno de sus pilotos más prometedores en el futuro cercano. La situación se volvió aún más complicada cuando Pierre Gasly, compañero de equipo de Colapinto en Alpine, respondió con un fuerte comentario: “Si lo siguen presionando, me voy también”.

Con esas palabras, Gasly no solo mostró su apoyo a su compañero, sino que también dejó entrever su propio malestar con la situación. El piloto francés, quien había sido fichado por Alpine con grandes expectativas, se sintió también afectado por la presión y las críticas constantes. Su respuesta fue clara: si el ambiente en el equipo no mejoraba, él también consideraría abandonar la escudería.
La presión sobre Alpine aumentó rápidamente. La escudería, conocida por sus altibajos en los últimos años, tuvo que tomar una decisión trascendental para evitar que los dos pilotos más prometedores del equipo se fueran. Las declaraciones de Gasly y Colapinto obligaron a la federación a intervenir de manera directa. Se convocó una reunión de emergencia con los directivos de Alpine y la FIA para discutir el futuro del equipo y sus pilotos.
Finalmente, Alpine tomó la decisión de cambiar su enfoque hacia la gestión de sus pilotos, comenzando con una serie de ajustes internos para mejorar la comunicación y reducir las tensiones. Esta medida, aunque tardía, fue vista como una respuesta a las presiones de los pilotos y a las críticas del público, demostrando la influencia que tanto Colapinto como Gasly tienen dentro del equipo. Aunque la situación está lejos de resolverse por completo, la escudería ha dejado claro que está dispuesta a hacer todo lo posible para mantener a sus estrellas a bordo y evitar más deserciones.