NOTICIA TRISTE: El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone, acaba de confirmar una triste noticia sobre el estado de salud de Julián Álvarez antes del partido contra el Inter Milan. Los aficionados del Atlético de Madrid están completamente sorprendidos; muchos aún no pueden creer que sea real. Las palabras llenas de emoción de Álvarez , pronunciadas hace solo 15 minutos, han conmocionado a todo el mundo del fútbol.

Diego Simeone apareció en la sala de prensa del Estadio Riyadh Air Metropolitano con el semblante ensombrecido, como si el peso de una derrota ya consumada le aplastara los hombros. Eran las 18:45 de la tarde del 25 de noviembre de 2025, apenas unas horas antes de que el Atlético de Madrid reciba al Inter de Milán en un partido de Champions League que se antoja decisivo para las aspiraciones colchoneras en la fase de liga. Con solo seis puntos en su casillero tras cuatro jornadas –dos victorias y dos derrotas–, los rojiblancos necesitan imperiosamente una victoria ante el líder invicto de la competición para no descolgarse de los puestos de octavos. Pero lo que el Cholo venía a anunciar no era una táctica innovadora ni una rotación sorpresa. Era una noticia que ha paralizado al madridismo: Julián Álvarez, el ariete argentino que llegó del Manchester City como el salvador del ataque, no podrá jugar mañana y su estado de salud ha encendido todas las alarmas rojas en el club.

“Es un golpe durísimo, no voy a mentirte”, inició Simeone con la voz ronca, deteniéndose un instante para beber un sorbo de agua que no parecía calmar su sed de palabras. “Julián ha estado luchando contra una lesión en el tobillo derecho que se produjo en el derbi contra el Getafe el pasado domingo. Lo que parecía una torcedura leve se ha complicado con una fractura de astilla en el maléolo lateral y una inflamación del ligamento que no nos deja margen. Los médicos, después de las pruebas de esta mañana, me han dicho que cualquier minuto en el campo podría significar meses de baja. No viaja, no calienta, no entra. Mañana lo veremos desde la grada, si el dolor se lo permite”.

El auditorio periodístico, acostumbrado a las batallas dialécticas del entrenador argentino, se sumió en un silencio sepulcral. Simeone, conocido por su frialdad táctica incluso en las peores rachas, dejó caer la cabeza un momento, como si estuviera reviviendo en su mente las imágenes del gol de Álvarez en ese mismo derbi: un remate de cabeza impecable que selló el 1-0 y desató la euforia en el Metropolitano. “Este chico es un guerrero. Llegó aquí con 25 años, con el cartel de estrella mundial, y se ha dejado la piel para adaptarse a nuestro ritmo, a nuestra garra. Ha marcado siete goles en Liga y Champions, ha asistido a Griezmann en momentos clave… Y ahora, ver cómo se va cojeando del gimnasio, con los ojos llenos de lágrimas contenidas… Duele más que cualquier derrota”.

Minutos después de la comparecencia, el propio Julián Álvarez irrumpió en las redes sociales con un mensaje que ha sacudido los cimientos del fútbol mundial. Subido a su cuenta de Instagram hace apenas quince minutos, el post –una imagen en escala de grises del delantero sentado en el vestuario, con el tobillo vendado y la mirada perdida– ya acumula más de tres millones de interacciones. Bajo la foto, doce palabras cargadas de emoción que han hecho llorar a miles de aficionados: “He dado la vida por esta camiseta, pero hoy mi cuerpo me traiciona. Los quiero, colchoneros. Volveré”.

El impacto ha sido inmediato y devastador. En X (antes Twitter), el hashtag #FuerzaJulian ya es tendencia global número uno, superando incluso las discusiones sobre el Clásico Barça-Madrid. Aficionados del Atlético, desde los veteranos que recuerdan las gestas de Torres hasta los más jóvenes que ven en Álvarez al heredero de Falcao, no dan crédito. “Es el tipo que nos salvó contra el Arsenal con ese hat-trick. ¿Cómo puede ser que un simple derbi nos lo quite?”, escribe un usuario con 200.000 seguidores, acompañando su tuit con un emoji de corazón roto. Otro, desde Buenos Aires, comparte: “En Argentina estamos destrozados. Julián es nuestro orgullo, el pibe que dejó la City por el sueño colchonero. Simeone, cuídalo como a un hijo”. Incluso rivales como Lautaro Martínez, compañero de selección y estrella del Inter, ha respondido con un simple “Fuerza, hermano. Te espero en Milán recuperado”. Griezmann, su socio inseparable en el once, posteó una foto de ambos celebrando un gol con el texto: “Mi 9, mi hermano. Esto es temporal. A por el Inter sin ti, pero contigo en el alma”.

La ausencia de Álvarez es un mazazo para Simeone, que ya lidiaba con las bajas de Robin Le Normand (rodilla) y las dudas de Jan Oblak (molestias musculares). El argentino, con sus siete goles y cuatro asistencias esta temporada, era el eje del 4-4-2 colchonero: su velocidad en las contras, su olfato en el área y su capacidad para asociarse con Antoine Griezmann (que suma ocho tantos) convertían al Atleti en un equipo letal. Sin él, el Cholo deberá improvisar. Las opciones pasan por adelantar a Marcos Llorente a la delantera junto a Griezmann, o dar la titularidad a Alexander Sørloth, el noruego fichado del Villarreal que aún busca su sitio. “Tenemos recambios, pero nadie reemplaza el fuego de Julián”, admitió Simeone. “Mañana jugaremos con rabia, por él. El Metropolitano va a rugir como nunca”.

El parte médico del club detalla que la baja inicial será de cuatro a seis semanas, con posibilidad de extenderse si la fractura no consolida bien. Álvarez se someterá a un tratamiento conservador: inmovilización, fisioterapia intensiva y sesiones de crioterapia en la Ciudad Deportiva Wanda. Nada de viajes, nada de entrenamientos grupales. Solo reposo y el apoyo inquebrantable de un vestuario que lo ha adoptado como uno de los suyos desde su llegada en verano. Recordemos que Álvarez, de 25 años, aterrizó en Madrid por 80 millones de euros, rompiendo el mercado y las expectativas. Su impacto fue inmediato: gol en su debut liguero contra el Rayo, doblete ante el Frankfurt en Champions y el tanto decisivo en el derbi. Pero el fútbol, caprichoso, le ha cobrado factura en el peor momento: con el Inter de Milán –líder con doce puntos y una defensa impenetrable liderada por Bastoni y Acerbi– acechando en el horizonte.

Los aficionados colchoneros, que llenarán el Metropolitano mañana a las 21:00 horas con más de 68.000 almas, ya preparan un tifo en honor a Álvarez: una bandera gigante con su silueta y el lema “Araña, te esperamos”. En foros como el de AS o Marca, las especulaciones vuelan: ¿Podrá el Atleti, con un Griezmann inspirado y un Koke alcanzando los 700 partidos, dar la sorpresa ante un Inter que suma once goles en cuatro jornadas? Las casas de apuestas han ajustado las cuotas: la victoria colchonera pasa de 2.38 a 2.60, reflejando el vacío que deja el argentino. Pero Simeone, fiel a su mantra, lo tiene claro: “El fútbol se gana con huevos, no con nombres. Mañana salimos a morder”.

Mientras el sol se pone sobre Madrid y el equipo ultima los detalles en la Ciudad Deportiva –sin Álvarez, claro–, el mundo del fútbol contiene el aliento. Este joven de Calchín, que dejó la comodidad de la Premier por el fuego eterno del cholismo, ha tocado el alma de un club curtido en mil batallas. Sus palabras, pronunciadas con el corazón en la mano hace solo quince minutos, resuenan como un juramento: “He dado la vida por esta camiseta, pero hoy mi cuerpo me traiciona. Los quiero, colchoneros. Volveré”. Y volverá, porque en el Atlético, las leyendas no se rompen; se reconstruyen. Mañana, sin él en el césped, pero con él en cada grito de la grada, el Metropolitano será un fortín. Por Julián. Por el Cholo. Por la garra que no entiende de lesiones ni de bajas. A por el Inter, colchoneros. Esto no acaba aquí.

Related Posts

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *