Elon Musk, el multimillonario de la tecnología y una de las voces más influyentes en la política estadounidense, ha provocado una controversia con sus comentarios públicos sobre el controvertido proyecto de ley sobre la política interna del presidente Donald Trump. Al describir el proyecto de ley como una “abominación desagradable”, Musk atacó con dureza la propuesta en una serie de publicaciones en la plataforma de redes sociales X, donde cada vez está utilizando cada vez más su influencia para dar forma al discurso político.

En sus intervenciones, Musk condenó el impacto del proyecto de ley en el presupuesto nacional y prometió que los políticos que votaron a favor de la ley enfrentarán consecuencias en las elecciones de 2026, jurando “disparar a todos los políticos que traicionaron al pueblo estadounidense”.
El proyecto de ley sobre política interna, uno de los principales objetivos de Trump, fue en el centro de un acalorado debate en Washington. El proyecto de ley, conocido como “una gran y hermosa Ley de Proyecto de Ley”, está diseñado para implementar la agenda interna de Trump, que incluye recortes significativos en los impuestos para los ricos, el aumento del gasto militar y un enfoque en el fortalecimiento de la aplicación de las leyes de inmigración.
Sin embargo, los críticos como Musk afirman que esta propuesta empeoraría aún más la deuda nacional ya grave y podría conducir a recortes severos a programas gubernamentales vitales, incluidas la atención médica, la educación y las iniciativas para las energías renovables.
Las ardientes palabras de almizcle en X, donde compartió comentarios de senadores republicanos como Rand Paul de Kentucky y Mike Lee de Utah, reanudaron las preocupaciones planteadas por los conservadores de impuestos dentro del Partido Republicano, que se opusieron al impacto esperado del proyecto de ley en el déficit. Musk, claramente exasperado, comentó: “Lo siento, pero no puedo soportarlo más”, describiendo el proyecto de ley como un “masivo, indignante, lleno de basura” y advirtiendo que conduciría a un aumento insostenible en el déficit presupuestario.
También afirmó que el proyecto de ley, si se aprueba en su forma actual, haría que Estados Unidos sea “en quiebra”, poniendo a los contribuyentes estadounidenses en dificultad con una deuda abrumadora.
Esta crítica de Musk marca un descanso claro en comparación con su apoyo anterior a la administración Trump. Musk, quien una vez desempeñó un papel importante al supervisar el Departamento de Eficiencia del Gobierno, había sido visto como un aliado del presidente.
Sin embargo, sus comentarios recientes marcan un destacamento de las políticas del presidente, mientras que Musk comienza a distanciarse públicamente. Su salida de la administración, donde había trabajado para simplificar los procesos del gobierno y reducir los costos, le permitió expresar libremente sus pensamientos sin temor a las repercusiones políticas.
El momento de las declaraciones de Musk es particularmente significativo, ya que el proyecto de ley está actualmente bajo un intenso escrutinio en el Congreso. Después de ir a la Cámara de Representantes el 22 de mayo, el proyecto de ley ahora enfrenta una prueba crucial en el Senado. El presidente Trump ha presionado fuertemente para una rápida aprobación, también apelando a los republicanos reacios a apoyar la legislación, pero las divisiones dentro del partido son cada vez más evidentes.
Los conservadores de impuestos, como el senador Rand Paul, expresaron su preocupación por el hecho de que el proyecto de ley solo aumentaría la deuda nacional, con la Oficina de Presupuesto del Congreso que estima que aumentaría el déficit de más de 1 billón de dólares, también teniendo en cuenta el posible crecimiento económico.
En respuesta a las críticas de Musk, el presidente de la Cámara, Mike Johnson, definió las críticas del multimillonario “muy decepcionante”. Johnson, quien fue uno de los principales partidarios del proyecto de ley, dijo que discutió la legislación con Musk el lunes, y que Musk parecía entender sus méritos. Sin embargo, la dura condena de Musk parece haber destruido toda esperanza de colaboración entre los dos.
La decisión de Musk de criticar el proyecto de ley sobre X lo ha puesto una vez más en contraste con el establecimiento republicano, y su advertencia a quienes apoyaron la ley: “En noviembre del próximo año, dispararemos a todos los políticos que han traicionado al pueblo estadounidense”, ha impulsado las especulaciones sobre su posible papel en las elecciones de 2026.
Los comentarios venenosos de Musk no solo lo alienaron del círculo restringido de Trump, sino que también atrajeron la atención de varias facciones políticas. Mientras que republicanos como Mike Johnson rechazaron la posición de Musk, algunos demócratas aprovecharon la oportunidad para validar sus propias críticas al proyecto de ley.
El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, un importante exponente democrático, expresó su acuerdo con la evaluación de Musk, que muestra las copias impresas de las publicaciones de Musk durante una conferencia de prensa el martes. “Tiene razón”, dijo Schumer. “Los republicanos deberían escucharlo”. Esta alianza inesperada destaca las profundas divisiones que el proyecto de ley ha creado, no solo dentro del Partido Republicano, sino a través de todo el espectro político.
El proyecto de ley, que Trump defendió como una herramienta necesaria para el crecimiento económico, también cumplió con una fuerte oposición de múltiples frentes. Además de los conservatorios fiscales como Paul y Lee, los ambientalistas y partidarios de las energías renovables han criticado el proyecto de ley por eliminar los subsidios y los créditos fiscales destinados a promover la adopción de los vehículos eléctricos, una pregunta que afecta directamente a Musk, cuyas compañías Tesla y SpaceX han estado en el frente en el impulso hacia los vehículos eléctricos sostenibles y las tecnologías.
Para Musk, que construyó su suerte en estas innovaciones, está claro que cree que el proyecto de ley obstaculizará los esfuerzos para una transición a un futuro más limpio y sostenible.
Esta crítica de Musk no es la primera vez que entra en conflicto público con los miembros de la administración Trump. En abril, había atacado a Peter Navarro, un ex concejal comercial de Trump, llamándolo un “idiota” y acusándolo de no tener una comprensión básica de las políticas comerciales. Musk es conocido por sus declaraciones públicas franco y a veces controvertidas, pero sus comentarios recientes sugieren que su paciencia con las políticas de Trump está siendo fallado.
Para Musk, los problemas no solo son políticos, sino también personales. Como CEO de Tesla, tiene un interés directo en las políticas que promueven la industria de los vehículos eléctricos. La eliminación de subsidios para vehículos eléctricos del proyecto de ley, que Musk ha criticado, afectaría directamente las ganancias de Tesla, socavando los esfuerzos de la compañía para hacer que los vehículos eléctricos sean más accesibles para el público estadounidense.
Para Musk, la pregunta va más allá de Partisania: trata el futuro de sus empresas y la visión más amplia de la energía sostenible.