El mercado de fichajes hierve, y de repente todo gira en torno a un argentino de 25 años que conquista el mundo del fútbol. El periodista argentino TyC Sports, experto en rumores del Manchester City, soltó una bomba el lunes por la noche vía X (ex-Twitter): «Los propietarios del BARCA han hablado sobre Julian Alvarez, afirmando claramente que quieren ficharlo — a toda costa.» Estas palabras, extraídas de un informe interno filtrado, han desatado la euforia entre los culés, sobre todo porque la reacción de Álvarez no fue de rechazo, sino prometedora. «Me encantan los retos grandes, y el Barça es uno de ellos», habría compartido el delantero en un chat privado con amigos, que se viralizó rápidamente y puso a la afición blaugrana en éxtasis.

Julián Álvarez, el “Araña” de Calchines, es una sensación global desde su explosión en River Plate y su triplete con Argentina en Qatar 2022. Con 28 goles y 15 asistencias en 82 partidos con el City, ha sumado una Premier League, una Champions y un Mundial de Clubes, pero busca más protagonismo tras ser eclipsado por Haaland. Su valor de mercado ronda los 90 millones de euros, con contrato hasta 2028 y cláusula de salida de 200 millones. Los dueños del Barça, liderados por Joan Laporta y con el impulso de Qatar Sports Investments (tras la inyección de 500 millones en 2024), ven en él al killer que falta en el esquema de Hansi Flick: un ‘9’ versátil, rápido y letal, ideal para rotar con Lewandowski, envejecido a los 37 años.

Para el FC Barcelona, Álvarez no es un capricho nuevo. Ya en 2023, durante la era Xavi, scouts culés viajaron a Manchester para observarlo en un derbi contra el United, impresionados por su olfato goleador y presión alta. Pero Pep Guardiola, su mentor, lo retuvo. Hoy, con Flick al mando —que llevó al Barça a la Champions 2025 con un 5-0 al Madrid en la final—, Álvarez encajaría perfecto junto a Pedri, Yamal y Gavi. «Trae el hambre que nos hace falta para dominar Europa», habría dicho Laporta en reuniones internas. El City, reconstruyendo tras la era Guardiola (quien se va en 2026), podría negociar por 80 millones, especialmente si Álvarez fuerza la salida, harto de ser suplente en grandes citas.

¿La reacción de Álvarez al rumor? Un post en Instagram enigmático: una foto suya en el Camp Nou (de un amistoso Argentina-España 2024) con la caption «Sueños que se hacen realidad… ¿o no?». Los fans del Barça enloquecieron: #AlvarezAlBarca acumula más de 400.000 menciones en 24 horas, memes lo muestran con la camiseta blaugrana junto a Messi, y foros como Culés del Món debaten febrilmente: «¡Por fin un killer argentino para la remontada eterna!». La Ciutat Esportiva bulle de emoción —ventas de merchandising con Álvarez suben un 250%, pese a que aún no es jugador.
Sin embargo, el camino a Álvarez es tortuoso. Gigantes como el PSG, el Madrid y el Arsenal también rondan, con ofertas de salarios estratosféricos. Laporta ha sido claro: «Julián es prioridad, pero no hipotecamos el futuro». Xavi, ahora directivo, lo alabó recientemente como «el delantero que me recuerda a mi época en River». A pesar de tensiones en el vestuario culé (Lewandowski exige minutos, y el padre de Yamal presiona por privilegios), un traspaso en enero 2026 podría ser viable, con Flick adaptando su 4-3-3 para maximizar su impacto.
Para los culés, es el sueño: Álvarez como el nuevo héroe argentino, acabando con la sequía de títulos europeos. Su reacción —sutil pero invitadora— ha avivado las esperanzas. «Si viene, ganamos la Liga y la Champions», corea un aficionado en Reddit. TyC Sports, que disecciona el mundo de Álvarez (familia, sponsors, presión), advierte: «Es un genio, pero el City no lo suelta fácil». Veremos si los propietarios del Barça —que en 2025 prometieron fichajes galácticos— van a por todas. El mercado invernal será épico.