🔥LOS GRITOS DE 60,000 ALMAS POLACAS ECOARON EN EL FUSILAMIENTO: La Horrenda Ejecución de Cobardes Nazis Suplicando por Misericordia Después de Llevar a Cabo la Operación Intelligenzaktion – Masacrando a los Intelectuales y la Élite de Polonia.

Advertencia de contenido: Este artículo analiza acontecimientos históricos relacionados con ejecuciones masivas y limpieza étnica durante la Segunda Guerra Mundial, que pueden resultar angustiosos. Su objetivo es educar sobre las atrocidades del régimen nazi y la importancia de los derechos humanos, fomentando la reflexión sobre los peligros de la discriminación y el valor de la memoria.

La Intelligenzaktion, una operación nazi lanzada a finales de 1939, tenía como objetivo eliminar a la intelectualidad y la élite polacas para aplastar la posible resistencia y facilitar la germanización. En Danzig-Prusia Occidental (ahora Pomerania), esta campaña, dirigida por el Gauleiter Albert Forster, resultó en el asesinato de aproximadamente 12.000 a 20.000 polacos y kashubs desde septiembre de 1939 hasta la primavera de 1940, con un total de muertes regionales que ascendieron a 60.000 al final de la guerra. La incorporación de la Ciudad Libre de Danzig al Reich violó el Tratado de Versalles y provocó el terror. Este análisis, basado en fuentes verificadas como Wikipedia, el lector de Wikipedia WikiMili y relatos históricos de Polonia en War Tours, proporciona una visión general objetiva de la operación, el papel de Forster y sus consecuencias, para fomentar el debate sobre las violaciones de derechos humanos y los peligros de la limpieza étnica.

La anexión de Danzig y la planificación previa a la guerra

La Ciudad Libre de Danzig, establecida por el Tratado de Versalles después de la Primera Guerra Mundial, era un territorio semiautónomo bajo la supervisión de la Sociedad de Naciones, con una población mayoritariamente alemana pero con derechos polacos al puerto. La Alemania nazi lo consideró una violación de la unidad nacional. El 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia y Danzig fue inmediatamente incorporada al Reich, pasando a formar parte del Reichsgau Danzig-Prusia Occidental el 8 de octubre de 1939, bajo el mando del Gauleiter Albert Forster.

Antes de la invasión, las autoridades nazis compilaron listas de las élites polacas (maestros, clérigos, intelectuales, veteranos, médicos y terratenientes) para arrestarlas y eliminarlas. Esto era parte de la Operación Tannenberg, un plan más amplio para decapitar a la sociedad polaca. En Pomerania (Gdańsk Pomerania), hogar de comunidades polacas y casubias, la represión fue particularmente severa y tenía como objetivo borrar el liderazgo cultural y político.

El papel de Albert Forster y la campaña de terror

Albert Forster, nombrado Gauleiter y Reichsstatthalter el 26 de octubre de 1939, supervisó la administración de Danzig-Prusia Occidental. Forster, un ferviente nazi, incitó a la violencia en un discurso en el hotel Prusinski de Wejherowo, instando a los alemanes étnicos a atacar a los polacos: “Tenemos que eliminar a los polacos plagados de piojos, empezando por los que están en la cuna”. Esta retórica alimentó pogromos y detenciones masivas.

La Intelligenzaktion Pommern, una fase regional de la Intelligenzaktion más amplia, apuntó a 61.000 polacos de listas especiales, y las ejecuciones desde el otoño de 1939 hasta la primavera de 1940 se cobraron alrededor de 65.000 vidas en total en Pomerania. Unidades del Volksdeutscher Selbstschutz, apoyadas por la Wehrmacht y las SS, llevaron a cabo las matanzas, a menudo con la colaboración local amenazada.

Los sitios clave incluyeron Piaśnica, un bosque cerca de Wejherowo, donde entre 12.000 y 20.000 polacos y kashubs fueron asesinados desde octubre de 1939 hasta principios de 1940, enterrados en fosas comunes. En otros lugares, como el “Valle de la Muerte” de Chojnice, se registraron 2.000 muertes, incluidos pacientes de hospitales psiquiátricos en el marco de la Acción T4. En noviembre de 1939, la región fue declarada “Judenfrei” (libre de judíos), con 30.000 judíos asesinados o deportados.

La administración de Forster expulsó entre 35.000 y 170.000 polacos, y 87.000 fueron “evacuados” en febrero de 1940, según sus informes. La región registró un total de 60.000 asesinatos al final de la guerra, incluida la limpieza étnica y la germanización forzada.

Contexto más amplio: Intelligenzaktion y objetivos nazis

La Intelligenzaktion fue parte de la Operación Tannenberg, ejecutada por Einsatzgruppen y Selbstschutz, matando a 100.000 intelectuales polacos en todo el país. En Danzig-Prusia Occidental, se alineó con la ideología Lebensraum, desplazando a los eslavos por colonos alemanes. La lucha de poder de Forster con Himmler limitó la interferencia de las SS, pero hizo cumplir las políticas nazis sin piedad.

La campaña destruyó la cultura polaca, cerró escuelas, confiscó propiedades y reclutó mano de obra. Los Kashubs, polacos étnicos de ascendencia germánica, fueron obligados a ingresar en la Deutsche Volksliste, reclasificandolos como alemanes.

Responsabilidad de posguerra

Maestros polacos fotografiados momentos antes de su ejecución por las fuerzas de ocupación alemanas en Fordon, cerca de Bydgoszcz, al norte de Polonia, en 1939.

Después de la rendición de Alemania en mayo de 1945, Forster fue capturado por el Ejército Rojo y juzgado en el Tribunal Nacional de Gdańsk en 1946 por crímenes de guerra, incluidos los asesinatos de Piaśnica. Condenado, fue ejecutado en la horca el 28 de febrero de 1952.

Los juicios expusieron la escala de la operación, con evidencia de fosas comunes y testimonios de sobrevivientes. Monumentos como el de Piaśnica conmemoran a las víctimas y educan sobre los aspectos olvidados del genocidio.

La Intelligenzaktion en Danzig-Prusia Occidental, bajo el mando de Albert Forster, ejemplificó la limpieza étnica nazi, asesinando a entre 12.000 y 20.000 polacos sólo en Piaśnica y hasta 60.000 a nivel regional. Desde la anexión de Danzig hasta la ejecución de Forster en 1952, devastó las comunidades polaca y casubia de Pomerania. Para los entusiastas de la historia, esta historia subraya la fragilidad de los derechos humanos y los peligros de la discriminación. Fuentes verificadas como Wikipedia alientan el recuerdo de las víctimas y el diálogo sobre la prevención del genocidio y la construcción de un futuro tolerante.

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