El Paris Saint-Germain vuelve a estar en el ojo del huracán. Esta vez, la tormenta no se debe a una derrota dolorosa ni a un fichaje frustrado, sino a una crisis interna provocada por la situación de Fabián Ruiz. El centrocampista español, pieza importante en la plantilla parisina durante la pasada temporada, ha solicitado abandonar el club después de no haber sido utilizado en el encuentro de la Supercopa de Europa, una decisión técnica que ha encendido la mecha de la polémica.

La exclusión de Fabián en un partido de tanta relevancia ha sido interpretada por el propio jugador como una clara señal de que ya no cuenta para el proyecto deportivo de Luis Enrique. Según fuentes cercanas al vestuario, el mediocampista se mostró visiblemente molesto tras conocer la decisión y comunicó poco después a la directiva su deseo de buscar un nuevo destino. La reacción no se hizo esperar: el Real Madrid, atento a cualquier oportunidad de reforzar su plantilla, lanzó de inmediato una oferta de 50 millones de euros para hacerse con los servicios del jugador.

Sin embargo, lo que parecía ser un movimiento natural en el mercado veraniego se transformó en una auténtica sorpresa al revelarse la cifra que exige el PSG por dejar salir a Fabián Ruiz. El club parisino, conocido por su férrea postura en las negociaciones, habría fijado un precio muy superior al esperado, una cantidad que ha generado desconcierto tanto en los despachos del Santiago Bernabéu como en el propio entorno del futbolista. La sensación general es que el PSG busca dificultar al máximo la operación, quizá para ganar tiempo o para enviar un mensaje claro: no se dejarán arrebatar fácilmente a un jugador que consideran valioso.

La postura de la entidad francesa ha abierto un intenso debate. Por un lado, se cuestiona la coherencia de mantener en la plantilla a un futbolista que ha sido relegado a la suplencia en un partido clave. Por otro, se subraya que Fabián Ruiz sigue siendo un centrocampista de primer nivel, con experiencia internacional y capacidad de liderazgo en la medular, cualidades que justifican una tasación elevada en un mercado cada vez más inflacionado.

Para el Real Madrid, la situación representa una oportunidad pero también un desafío. El club blanco busca reforzar su centro del campo tras varias salidas y lesiones que han mermado la rotación. Fabián, con su perfil técnico y su visión de juego, encajaría perfectamente en los planes de Carlo Ancelotti. No obstante, pagar una cifra excesiva por un jugador que claramente desea abandonar su actual club podría no ajustarse a la política de fichajes de la directiva madridista.

Mientras tanto, la afición parisina observa con preocupación este nuevo episodio de inestabilidad interna. La posible marcha de Fabián Ruiz se suma a una serie de turbulencias que han acompañado al PSG en los últimos años, desde salidas sonadas hasta conflictos en el vestuario. Todo ello alimenta la percepción de que el club aún no ha encontrado el equilibrio necesario para consolidar un proyecto deportivo sólido y libre de tensiones.

Lo cierto es que el caso Fabián Ruiz está lejos de resolverse. El jugador ha expresado con claridad su deseo de salir, el Real Madrid se ha posicionado con una oferta concreta y el PSG mantiene una postura firme que ha dejado a todos sorprendidos. En las próximas semanas se sabrá si la presión del propio futbolista y la insistencia del club madrileño logran desbloquear una negociación que podría convertirse en uno de los movimientos más comentados del mercado.

Por ahora, lo único seguro es que la decisión de no contar con Fabián en la Supercopa de Europa ha desencadenado un terremoto que pone de manifiesto, una vez más, la fragilidad del proyecto parisino y la complejidad de gestionar estrellas en un vestuario plagado de egos y ambiciones.