A las 14:37 del sábado 14 de junio de 2025, el entrenador Diego Simeone ha enviado un mensaje firme y contundente a toda la plantilla del Atlético de Madrid justo antes de embarcarse en la campaña del Mundial de Clubes FIFA 2025. El estratega argentino ha dejado claro que él y sus jugadores ya no están satisfechos con el habitual tercer puesto en La Liga y que ahora apuntan a conquistar títulos de mayor envergadura, incluyendo el Mundial de Clubes y la Champions League.

El Atlético acaba de cerrar la temporada 2024/25 en la tercera posición de La Liga, por detrás de sus eternos rivales, Real Madrid y Barcelona. Este resultado marca la octava vez que Simeone, desde que asumió el mando en 2012, concluye una campaña en ese lugar, un escenario que se ha convertido en una especie de “especialidad” de su era en el club de la capital. A pesar de esto, el equipo aseguró su plaza en la próxima UEFA Champions League, gracias a que La Liga cuenta ahora con cinco cupos, aunque para Simeone esto no es suficiente.

En la rueda de prensa previa al Mundial de Clubes, Simeone expresó con determinación: “Siempre les digo a los jugadores que el objetivo no es solo ganar un torneo. Estamos dejando un legado en el Atlético. Pero ahora, terminar terceros ya no basta”. Sin ocultar su ambición, el técnico reconoció que le falta un título de Champions League en su trayectoria con el club, un trofeo que el Atlético rozó en 2014 y 2016, solo para caer ante el Real Madrid en ambas ocasiones. “El cuadro aún incompleto en mi camino aquí es ganar la Champions League. Nunca lo he escondido, pero primero tenemos la oportunidad de marcar un cambio en el Mundial de Clubes”, afirmó.
El equipo del Wanda Metropolitano abrirá su participación en el torneo con un desafío monumental el 16 de junio en el estadio Pasadena, Estados Unidos, enfrentándose al Paris Saint-Germain, vigente campeón de la UEFA Champions League. Este partido será clave, no solo para los objetivos en esta competición, sino también como un trampolín para las aspiraciones a largo plazo de Simeone y sus pupilos. Julián Álvarez, esperado como líder del ataque colchonero, será una pieza central en esta campaña, según destacan los analistas.
La temporada pasada, el Atlético no logró colarse en la lucha por el título de La Liga. Barcelona, bajo la dirección del nuevo entrenador Hansi Flick, logró un impresionante triplete con La Liga, la Copa del Rey y la Supercopa de España. Mientras tanto, el Real Madrid mantuvo su solidez y dominio en todas las competiciones. Ahora, el Mundial de Clubes representa una oportunidad de oro para que el Atlético escape de la sombra de estos dos gigantes españoles. Si Simeone y su equipo realmente anhelan dejar una huella global, esa transformación debe comenzar con una victoria contra el PSG.
La ambición de Simeone no es nueva, pero su mensaje reciente refleja un giro decisivo en la mentalidad del equipo. Durante años, el Atlético ha sido conocido por su consistencia y capacidad para competir, pero rara vez ha dado el salto definitivo hacia la cima del fútbol europeo. El Mundial de Clubes, con su formato ampliado a 32 equipos del 15 de junio al 13 de julio, ofrece una plataforma única para demostrar que el club puede aspirar a más. La ausencia de presión adicional tras una temporada exigente podría ser una ventaja, permitiendo a los jugadores enfocarse en cada partido con frescura.
Los aficionados, divididos entre la esperanza y el escepticismo, observan con atención. En redes sociales, el hashtag #AtletiMundial domina las conversaciones, con mensajes que van desde “Simeone finalmente está listo para ganar algo grande” hasta “Sin refuerzos, esto será difícil contra PSG”. La clave estará en cómo el equipo adapta su estilo defensivo característico a un torneo de alto nivel, donde la precisión y la estrategia serán tan importantes como la garra.
Simeone, con su historial de tres Mundiales como jugador y su enfoque pragmático, parece decidido a aprovechar esta oportunidad. La victoria inicial contra el PSG no solo impulsaría la moral, sino que también enviaría un mensaje claro al resto del mundo futbolístico. Con Álvarez liderando el frente y un Simeone motivado en la banda, el Atlético tiene los ingredientes para sorprender. Sin embargo, el camino será arduo, y todo comenzará en Pasadena, donde el equipo deberá demostrar que su legado está destinado a crecer más allá del tercer puesto.