El mundo del fútbol sigue conmocionado once días después de la tragedia que arrebató la vida de Diogo Jota, estrella del Liverpool, y su hermano menor André Silva, jugador del FC Penafiel, en un devastador accidente en la autopista A-52 cerca de Cernadilla, España. Lo que inicialmente parecía un caso cerrado, con la Guardia Civil apuntando al exceso de velocidad como causa probable, ha dado un giro inesperado con el testimonio de dos nuevos testigos que afirman haber presenciado todo el accidente horroroso. Sus relatos contradicen directamente los informes policiales, mientras la liberación de una segunda grabación de CCTV desde un ángulo distante ha sembrado serias dudas sobre la narrativa oficial, avivando la esperanza de que se revele toda la verdad detrás de esta pérdida tan sentida.

El fatídico incidente, capturado en imágenes desgarradoras por un transeúnte que mostró el Lamborghini verde envuelto en llamas, dejó a ambos hermanos sin vida en el lugar. Diogo, de 28 años, y André, de 26, se dirigían a Santander para que el delantero pudiera regresar a Inglaterra y unirse a la pretemporada del Liverpool. Según los primeros informes de la Guardia Civil, el vehículo perdió el control debido a una velocidad excesiva, colisionando con la mediana y estallando en llamas. Sin embargo, esta versión ha sido desafiada por dos camioneros portugueses, José Aleixo Duarte y José Azevedo, quienes estuvieron presentes en el momento del choque y ahora ofrecen un relato diferente.

Duarte, quien fue adelantado por el Lamborghini unos cinco minutos antes del accidente, describió la escena con claridad: “El coche se movía a una velocidad completamente normal. No había nada que indicara que conducían rápido o de forma imprudente”. Añadió que intentó llegar al vehículo y apagar el fuego, pero lamentablemente no pudo salvar a las víctimas. Por su parte, Azevedo, quien grabó las primeras imágenes del coche en llamas y compartió el video en redes sociales, expresó con emoción: “Regresé y traté de ayudar. Tristemente, ya era demasiado tarde. No sabía quién estaba dentro del coche en ese momento, pero sé lo que vi. La familia de Jota puede confiar en mí: no estaban acelerando. Me adelantaron con calma, sin ningún signo de peligro”.

Azevedo, que recorre esa ruta diariamente, subrayó que ha visto a conductores temerarios en ese tramo de carretera en múltiples ocasiones, pero insistió en que Jota no era uno de ellos: “Aunque estaba oscuro, reconocí claramente la marca y el color del coche. Su conducción era tranquila y controlada, nada apresurada”. Estos testimonios presentan una contradicción significativa con el informe policial inicial, que atribuía el accidente a un exceso de velocidad, y podrían desencadenar una investigación más amplia para determinar las verdaderas causas del siniestro.
La segunda grabación de CCTV, obtenida desde un ángulo distante y recientemente dada a conocer, ha intensificado el escrutinio. Aunque los detalles de esta grabación aún no son completamente claros, su existencia ha alimentado las especulaciones sobre si el accidente pudo haber sido influenciado por factores distintos a la velocidad, como condiciones de la carretera o un posible fallo mecánico. La familia de Jota, aún inmersa en el dolor tras la reciente boda del futbolista con Rute Cardoso hace apenas diez días, ha exigido respeto por su memoria y cautela en el manejo del caso, mientras los fans claman por respuestas.
La repentina pérdida de Diogo Jota, una figura clave para el Liverpool y la selección portuguesa, junto con su hermano André, ha dejado un vacío en el fútbol mundial. Con más de 182 partidos, 65 goles y 26 asistencias con los Reds, además de tres títulos, Jota era un talento en ascenso. Ahora, entre el duelo y las preguntas sin respuesta, tanto la familia como los seguidores esperan que la luz se haga sobre los eventos que llevaron a esta tragedia. Los testimonios de Duarte y Azevedo, respaldados por la nueva evidencia de CCTV, podrían reabrir el caso y obligar a las autoridades a reconsiderar su narrativa, ofreciendo finalmente la claridad que todos merecen en medio de tan profundo pesar.