En el vertiginoso mundo de la Fórmula 1, donde cada palabra puede reavivar viejas rivalidades, el GP de Singapur de 2025 ha dejado un eco que resuena más allá de las curvas del icónico circuito de Marina Bay. Max Verstappen, tres veces campeón defensor y líder indiscutible de Red Bull, vuelve a estar en el ojo del huracán. La Federación Internacional de Automovilismo (FIA), organismo rector de la máxima categoría, ha impuesto una sanción adicional por el uso de lenguaje soez e insultante durante la rueda de prensa posterior a la carrera. El motivo: una serie de comentarios despectivos hacia Franco Colapinto, el joven prodigio argentino de Williams, en medio de intensos rumores sobre un posible fichaje del sudamericano para la selección de bebidas energéticas. ¿Será este el principio del fin de la era Verstappen en Red Bull, o simplemente otro capítulo de su legendaria irreverencia? Lo que parece claro es que la FIA no tolerará más errores en un deporte que busca pulir su imagen global.

El incidente tuvo lugar en la calurosa noche del 6 de octubre de 2025, apenas unas horas después de que Verstappen cruzara la meta en un meritorio tercer puesto. Al hacerlo, superó las expectativas con un Red Bull que mostró signos de debilidad mecánica durante todo el fin de semana. En la sala de prensa, iluminada por flashes y micrófonos ávidos de explicaciones, el holandés de 28 años no pudo contener su frustración. Los rumores sobre Colapinto, alimentados por filtraciones de información privilegiada del paddock, habían alcanzado un punto álgido esa semana. Fuentes cercanas a Red Bull confirmaron conversaciones preliminares con el argentino, cuyo meteórico ascenso desde la F2 le había convertido en la sensación de la temporada. Verstappen, visiblemente irritado, expresó sin filtros su descontento. “Ese chico Colapinto no tiene ni la mitad de lo que se necesita para subirse a un Red Bull. Es un novato afortunado y si creen que puede reemplazarme con sus trucos baratos, arruinarán todo el proyecto”, dijo el piloto, según las transcripciones oficiales de la FIA. Las palabras, llenas de desprecio, no sólo cuestionaron las capacidades de Colapinto, sino que rozaron el insulto directo y evocaron ecos de viejas tensiones en el equipo.

La respuesta de la FIA fue inmediata. Al día siguiente, durante los entrenamientos libres del GP de Japón, los comisarios anunciaron la sanción: una multa de 25.000 euros, más 30 horas de trabajo comunitario obligatorio, similar a la multa impuesta en incidentes anteriores por lenguaje inapropiado. Esta medida se suma a la polémica de 2024, cuando Verstappen ya fue castigado por decir malas palabras en una conferencia en Singapur, obligándolo a realizar tareas de interés público. La declaración oficial de la FIA subraya su política de tolerancia cero: “El lenguaje utilizado en foros públicos como conferencias de prensa debe cumplir con estándares aceptables para todas las audiencias y retransmisiones televisivas. Verstappen ha violado el artículo 12.2.1 del Código Deportivo Internacional, que prohíbe expresiones groseras u ofensivas”. Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, reforzó esta opinión en una entrevista posterior con Autosport, afirmando: “La Fórmula 1 es un deporte de élite, no un escenario para el rap callejero. Debemos proteger la integridad del espectáculo para las familias y los patrocinadores globales”. Ben Sulayem, conocido por su lucha contra el lenguaje soez en la radio del equipo, ve este caso como una oportunidad para sentar precedentes sólidos.

Pero la sanción trasciende las cuestiones disciplinarias y toca una fibra sensible en el ecosistema de la F1. Los rumores de Colapinto no son mera especulación; El argentino de 21 años impresionó con tres podios en 2025, incluido un segundo puesto en Mónaco, que lo catapultó al premio de novato del año. Su estilo agresivo y carismático le ha valido comparaciones con Verstappen en sus inicios, lo que irrita al actual campeón. ¿Colapinto podría ser el sucesor ideal de Red Bull, sobre todo ahora que se han confirmado los rumores sobre la marcha de Sergio Pérez? El asesor de Red Bull, Helmut Marko, dijo en una conferencia de prensa en Suzuka: “Franco tiene potencial, pero Max es insustituible por el momento. Esta sanción nos recuerda que las emociones no deben nublar el profesionalismo”. Marko, siempre pragmático, insinuó que el equipo evaluará todas las opciones antes de 2026, cuando las reglas de los motores híbridos podrían revolucionar el juego.

Del otro lado del océano Atlántico, Colapinto no se quedó callada. En entrevista exclusiva con el medio argentino Olé, el piloto bonaerense respondió con madurez y un toque de picardía: “Respeto a Max como el mejor del mundo, pero sus palabras duelen porque vengo de cero y he sudado en cada punto. Si Red Bull me quiere, genial, pero no necesito negativos para motivarme. Al final, la pista habla por sí sola”. Colapinto, que creció idolatrando a Verstappen, admitió que el incidente lo empujó a entrenar más duro y agregó: “Esto me hace más fuerte. Quizás algún día nos encontremos en el mismo equipo y luego veremos quién es el novato”. Su respuesta, que fue ampliamente compartida en las redes sociales, generó un gran apoyo de los fanáticos latinoamericanos, elevando aún más su perfil en un deporte dominado por europeos.
Esta nueva sanción plantea inevitables dudas sobre el futuro de Verstappen en la F1. Con nueve puntos de penalización en su súper licencia, el holandés camina sobre la cuerda floja que podría acarrearle una suspensión automática si acumula tres más en los próximos doce meses. Críticos como Lewis Hamilton, siete veces campeón, han defendido públicamente a Verstappen en línea, tuiteando: “La FIA debería centrarse en la seguridad de la pista antes que en las palabras. Max dice lo que todos estamos pensando en el calor del momento”. Hamilton, un eterno rival, ve esto como un doble rasero y recuerda sus propias multas pasadas por quejas similares. Mientras tanto, el jefe de Red Bull, Christian Horner, minimizó el impacto en una declaración a Sky Sports F1: “Max es humano y su pasión lo hace grande. Apoyamos su atractivo, pero respetamos las reglas”.
El paddock de la F1 está lleno de especulaciones. ¿Afectará esta sanción a la concentración de Verstappen en la recta final del campeonato, donde aventaja en 45 puntos a Charles Leclerc? ¿O impulsará a Colapinto a ocupar un puesto en Red Bull, acelerando una transición generacional? La verdad es que Singapur 2025 no sólo repartió trofeos, sino que también expuso las grietas de un deporte obsesionado con la perfección. Mientras los motores rugen hacia Austin, una cosa queda clara: en la Fórmula 1, las palabras pueden doler tanto como un trompo en la última vuelta. Y con Verstappen en el centro, el drama está lejos de terminar. Los fanáticos, fascinados por esta historia sobre egos y talentos emergentes, ya esperan con entusiasmo el próximo capítulo.