Una noticia que sacude al fútbol español: el FC Barcelona ha puesto sus ojos nada más y nada menos que en Rodrygo Goes, el talentoso delantero brasileño del Real Madrid. Según fuentes cercanas al entorno culé, el club catalán ya ha contactado con intermediarios para expresar su interés en un posible fichaje del atacante merengue.

Aunque una operación de este tipo parecería impensable por la histórica rivalidad entre ambos gigantes del fútbol, la directiva del Barça estaría explorando todas las posibilidades, especialmente si la situación de Rodrygo en el conjunto blanco se ve alterada por nuevos fichajes o cambios en la estructura ofensiva del equipo de Carlo Ancelotti.

Rodrygo, que ha sido pieza clave en varias campañas recientes del Real Madrid, podría encontrarse en una posición más secundaria con la llegada de nuevas estrellas como Kylian Mbappé o Endrick, quienes ocuparían plazas ofensivas en el once titular. Esta posible sobrepoblación en el ataque madridista habría despertado el interés de varios clubes europeos, entre ellos el Barça, que busca reforzar su línea ofensiva con talento joven, desequilibrante y con experiencia en grandes escenarios.

“Es un jugador que encajaría perfectamente en el estilo del Barça: vertical, hábil, joven y con mucha proyección”, comentan desde el entorno blaugrana.
De momento, no se ha producido una oferta formal, pero el interés es real y ya se habrían iniciado conversaciones indirectas a través de intermediarios y representantes, para conocer la disponibilidad del jugador y las condiciones de una posible salida.
Desde el Real Madrid, como era de esperarse, no hay ninguna intención de negociar con el eterno rival, y menos por una figura consolidada como Rodrygo. Sin embargo, en el fútbol todo puede cambiar rápidamente, especialmente cuando entran en juego intereses del jugador, su entorno personal y oportunidades deportivas a futuro.
La noticia ha generado una verdadera tormenta en redes sociales, donde los aficionados de ambos bandos ya están reaccionando con sorpresa, escepticismo y, en algunos casos, indignación.
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