Hansi Flick compareció esta tarde en la sala de prensa del Ciutat Esportiva Joan Gamper con el rostro visiblemente serio. Lo que iba a decir nadie lo esperaba. Apenas unas horas antes del crucial partido de Champions League contra el Chelsea en Stamford Bridge, el técnico alemán confirmó una noticia que ha caído como un jarro de agua fría en el barcelonismo: Lamine Yamal no estará disponible para el encuentro y, lo que es peor, su estado de salud ha encendido todas las alarmas.

“Es un día muy difícil para todos nosotros”, comenzó Flick con la voz entrecortada. “Lamine ha sufrido una recaída inesperada en su proceso de recuperación de la lesión que arrastraba desde el parón de selecciones. Los médicos me han comunicado que presenta una inflamación severa en el tendón rotuliano de la rodilla derecha combinada con una sobrecarga muscular que afecta también al bíceps femoral. Hemos intentado todo, pero el riesgo de una rotura es demasiado alto. No viajará a Londres”.

El silencio que siguió a esas palabras fue absoluto. Los periodistas presentes apenas pudieron reaccionar. Flick, que normalmente mantiene la compostura incluso en los peores momentos, tuvo que hacer una pausa para contener la emoción. “Este chico es especial, lo sabéis todos. Ha estado entrenando con dolor, forzando, porque quería estar con el equipo. Pero hoy me ha dicho que no puede más. Y cuando un chico de 18 años te mira a los ojos y te dice eso… no hay discusión posible”.

Minutos después de la rueda de prensa, el propio Lamine Yamal publicó un mensaje en sus redes sociales que ha conmocionado al mundo del fútbol. Con una foto en blanco y negro sentado en el césped de la Ciutat Esportiva, el joven extremo escribió lo siguiente:

“He dado todo lo que tenía y más. He jugado cojo, he dormido con hielo, he llorado en silencio para que nadie me viera débil. Hoy mi cuerpo me ha dicho basta. Lo siento mucho, culés. Sé lo que significa este partido para vosotros y para mí. Prometo volver más fuerte. Gracias por quererme tanto incluso cuando no puedo daros lo que merecéis. Os llevo en el corazón. Força Barça siempre”.

El mensaje, publicado hace apenas quince minutos, ya supera los dos millones de “me gusta” y ha recibido respuestas de compañeros, rivales y leyendas del fútbol. Robert Lewandowski escribió: “Vuelve pronto, hermanito. Esto es sólo un capítulo”. Pedri, visiblemente afectado, compartió una foto abrazando a Lamine con el texto “Mi hermano pequeño. Te esperamos”. Incluso jugadores del Chelsea como Cole Palmer y Reece James han enviado mensajes de ánimo públicos.

La ausencia de Lamine Yamal es un golpe durísimo para el Barcelona. El extremo de 18 años había disputado todos los minutos posibles esta temporada, siendo el máximo asistente del equipo (12) y segundo goleador (9) solo por detrás de Lewandowski. Su velocidad, desborde y capacidad para romper líneas eran la principal arma de Hansi Flick para abrir la defensa del Chelsea, especialmente por el lado de Marc Cucurella, que iba a tener una noche complicada persiguiéndolo.

Ahora Flick se ve obligado a rehacer el once. Las opciones pasan por alinear a Raphinha en la derecha y Ferran Torres en la izquierda, o bien dar entrada a un canterano como Noah Darvich o incluso probar con Ansu Fati, que regresó hace poco de su cesión y aún busca su mejor versión. “Tenemos plantilla para competir”, aseguró el técnico alemán, “pero nadie va a negar que perder a Lamine es perder mucho más que un jugador. Es perder magia”.

En las redes sociales los aficionados del Barcelona están destrozados. El hashtag #FuerzaLamine se ha convertido en tendencia mundial en cuestión de minutos. Muchos recuerdan las imágenes del propio Yamal saliendo cojeando del último partido de Liga ante el Celta, pero haciendo el gesto de “tranquilos” al banquillo. Otros reviven su golazo al Real Madrid en el Clásico, aquel recorte imposible que hizo levantar a todo el Camp Nou. “Es muy fuerte ver a un niño de 18 años pidiéndonos perdón por no poder jugar”, escribió una aficionada que ya acumula más de 100.000 likes.

Los médicos del club han informado que el período de baja oscilará entre tres y seis semanas dependiendo de la evolución, lo que podría hacer que Lamine se pierda también partidos clave de Liga contra Atlético de Madrid y el propio Real Madrid en el Bernabéu. El cuerpo técnico ha decidido parar por completo al jugador durante los próximos diez días: ni entrenamientos, ni gimnasio, ni viajes. Solo tratamiento y descanso absoluto.

Mientras el avión del Barcelona despega esta noche rumbo a Londres sin su gran estrella, el fútbol entero contiene la respiración esperando la recuperación del que muchos consideran ya el mayor talento español desde Lionel Messi. Hoy no habrá desbordes eléctricos por la banda derecha del Stamford Bridge. Hoy solo queda el eco de doce palabras que han hecho temblar al barcelonismo:

“Lo siento mucho, culés… Prometo volver más fuerte”.