🚨 Una criatura gigantesca aparece en el abismo… y nadie sabe qué es 🚨
Un video muestra una manta de casi 9 m… pero hay una sombra aún más grande detrás.
¿Es otra manta? ¿O una criatura acechando desde las profundidades?
🌊 El océano guarda secretos inimaginables… y quizás nos está observando.

En las últimas 48 horas, un video grabado a más de 1.200 metros de profundidad en el Pacífico mexicano ha paralizado a millones de personas en redes sociales. Lo que comenzó como el avistamiento de una enorme manta raya diablo (Mobula birostris) de casi 9 metros de envergadura se convirtió en algo mucho más inquietante cuando, detrás de ella, apareció una sombra colosal que eclipsa por completo al animal.
El material fue capturado el pasado 12 de noviembre de 2025 por el ROV (vehículo operado remotamente) del buque oceanográfico Nautilus III, perteneciente a la expedición privada OceanX en colaboración con el Instituto Nacional de Oceanografía de México. El objetivo original era documentar la migración de mantas gigantes en la fosa de Revillagigedo, pero lo que registraron las cámaras de alta definición ha desatado una tormenta de especulaciones que ya supera los 280 millones de reproducciones en TikTok y X.
En la grabación, que dura exactamente 47 segundos, se observa primero a la manta conocida por los biólogos como “La Reina Negra”, un ejemplar hembra marcado en 2019 y que ostenta el récord de la mayor manta raya jamás filmada en libertad. La criatura se desliza con majestuosidad, sus aletas cefálicas desplegadas como alas de dragón. Pero a los 28 segundos ocurre lo imposible: una segunda forma emerge lentamente desde la oscuridad absoluta. La sombra es tan grande que la manta, que mide 8,8 metros de punta a punta, parece un simple pez luna frente a ella.
Los expertos que han analizado el video frame por frame coinciden en tres datos escalofriantes:
1. La segunda entidad mide entre 22 y 27 metros de longitud total, según la escala proporcionada por la manta conocida.
2. No presenta bioluminiscencia, algo inusual en criaturas de esa profundidad y tamaño.
3. Su contorno no coincide con ninguna especie conocida de cetáceo, tiburón, calamar gigante o cualquier otro animal registrado en la literatura científica.
El oceanógrafo estadounidense Dr. Robert Ballard, famoso por descubrir el Titanic y asesor externo de OceanX, declaró en una entrevista urgente para CNN en Español:
«He visto cosas raras en el fondo del océano durante 60 años, pero esto… esto no tiene explicación racional todavía. No es un calamar gigante, no es una ballena, no es un tiburón ballena. La silueta es demasiado alargada y la manera en que se mueve rompe todas las reglas de la hidrodinámica que conocemos».
La tripulación del Nautilus III informó que, inmediatamente después de la aparición de la sombra, todos los sistemas de sonar del ROV comenzaron a fallar durante 14 minutos. Cuando recuperaron la señal, tanto la manta como la entidad desconocida habían desaparecido en la oscuridad.
En redes sociales, las teorías no se han hecho esperar. Los hashtags #MegAbismo y #LaCosaDelPacífico se colocaron en tendencia mundial. Algunos usuarios aseguran que se trata del regreso del mítico “Bloop” (aquel sonido detectado en 1997 y atribuido años después a icebergs), mientras otros van más lejos y hablan del “Kraken real” o incluso de una especie superviviente de plesiosaurio. En comunidades hispanohablantes, la frase «el mar nos está mirando» se ha convertido en meme y en pesadilla al mismo tiempo.
Sin embargo, fuentes cercanas a la expedición, bajo condición de anonimato, revelan un detalle que no ha sido hecho público todavía: durante las últimas tres semanas, otros tres ROV de diferentes instituciones (dos estadounidenses y uno japonés) han registrado “sombras anómalas” de tamaño similar en puntos separados del Pacífico: uno frente a las Islas Marianas, otro en la fosa de Atacama y un tercero cerca de la dorsal de Nazca. En todos los casos, las entidades desaparecieron antes de poder ser filmadas con claridad.
El biólogo marino mexicano Dr. Eduardo Hernández, que forma parte del equipo científico del Nautilus III, intentó calmar los ánimos en una rueda de prensa improvisada en Manzanillo:
«El 95 % del océano sigue sin explorarse. Es lógico que encontremos cosas que no entendemos todavía. No tenemos que saltar a conclusiones extraterrestres o criptozoológicas. Puede ser una nueva especie de raya, un calamar colosal que nunca habíamos visto vivo o incluso una ilusión óptica creada por la densidad del agua. Pero sí… es grande. Muy grande».
A pesar de las palabras tranquilizadoras, la realidad es que OceanX ha suspendido temporalmente todas las inmersiones en la zona y ha solicitado apoyo militar mexicano y estadounidense para “garantizar la seguridad de la operación”. Imágenes satelitales filtradas en Telegram muestran dos destructores de la Marina de México y el buque de investigación USS Manta posicionándose sobre las coordenadas exactas del avistamiento.
Mientras tanto, en TikTok y YouTube ya circulan videos “mejorados” donde supuestamente se puede ver la forma completa de la criatura: algunos muestran un cuerpo serpentino con apéndices luminosos, otros una cabeza triangular con ojos del tamaño de platos. Todas estas versiones han sido desmentidas por los investigadores originales, que insisten en que solo poseen los 47 segundos oficiales y que cualquier otra grabación es manipulación digital.
Lo único cierto hasta ahora es que, por primera vez en la historia moderna, la comunidad científica internacional está admitiendo abiertamente que hay algo en el fondo del océano Pacífico que supera con creces todo lo que creíamos saber sobre la vida en la Tierra.
Esta noche, millones de personas miran al mar con una mezcla de fascinación y miedo. Los pescadores de Baja California Sur aseguran que las redes están viniendo vacías desde hace días y que los delfines han dejado de acercarse a la costa. En las playas de Colima, los bañistas reportan “vibraciones” bajo sus pies que no corresponden a terremotos.
El océano siempre ha sido el último gran misterio de nuestro planeta. Pero quizás, después de siglos de creernos dueños del mundo, algo desde las profundidades ha decidido recordarnos que solo somos visitantes.
Y tal vez, solo tal vez, ya no está dispuesto a seguir escondiéndose.