**IMPACTO HISTÓRICO EN LA NBA: Stephen Curry rompe con Under Armour tras 12 años y 1.500 millones de dólares en ventas — «Me voy porque no quisieron escuchar a mi hija de 15 años». La verdadera razón detrás de la separación más dolorosa del deporte moderno ha dejado al mundo en shock.**
El 14 de noviembre de 2025 será recordado como el día que el baloncesto lloró de verdad. A las 9:17 de la mañana hora de San Francisco, el Instagram de Stephen Curry publicó una foto en blanco y negro: él y Riley, su hija mayor, abrazados en el patio trasero de su casa. Sin texto. Solo un corazón roto y otro corazón nuevo.
Veinte minutos después llegó el comunicado oficial que hizo temblar Wall Street: «Stephen Curry y Under Armour han decidido, de común acuerdo, terminar su relación comercial con efecto inmediato». La frase «de común acuerdo» nunca sonó tan falsa.
Doce años. Nueve generaciones de zapatillas. El Curry Brand que en 2024 facturó 1.200 millones de dólares. El niño que llegó a la marca en 2013 con un contrato de 4 millones anuales y la transformó en la tercera fuerza del mercado. Todo eso se acabó en un parpadeo.
En la rueda de prensa de emergencia celebrada en el Chase Center, Curry apareció con una sudadera gris sin ningún logo. Por primera vez en doce años, el pecho del mejor tirador de la historia estaba desnudo. Y habló sin filtros.
«En julio de 2022, Riley tenía 13 años y me preguntó por qué casi todas sus compañeras de equipo llevaban zapatillas diseñadas por hombres. Le prometí que cuando cumpliera 15 le regalaría su propia línea, hecha por mujeres y para mujeres. Punto.»
«Presenté el proyecto a Under Armour en enero de 2025. Queríamos que el 60 % del equipo de diseño del Curry 13 y toda la línea juvenil fueran mujeres. Queríamos que el 25 % de los beneficios fueran directamente a academias de baloncesto femenino en zonas desfavorecidas. Me dijeron que no era rentable.»
«En agosto repetí la propuesta. Me ofrecieron el 15 % de diseñadoras y cero compromiso económico real. Les di hasta el 1 de noviembre para cambiar de opinión. El 2 de noviembre activé la cláusula 47-B que yo mismo había escrito en 2022: salida unilateral si la marca no demostraba compromiso real con la igualdad de género.»
Silencio absoluto en la sala. Cámaras llorando. Periodistas sin saber qué preguntar.
Entonces Curry soltó la bomba que ya es el vídeo más visto en la historia de YouTube en menos de 24 horas:
«Under Armour ganaba 8 dólares por cada dólar que invertía en baloncesto femenino. Les parecía poco. Yo creo que invertir en niñas no es negocio… es obligación. Por eso me voy. No es por dinero. Es porque mi hija merece más que palabras bonitas en un PowerPoint.»
Riley, desde la primera fila, levantó un cartel escrito a mano: «Gracias papá por elegirme a mí antes que a los miles de millones». La imagen está ya en camisetas en toda Oakland.
Horas después se filtró el contrato completo. La cláusula 47-B, redactada de puño y letra por Curry, decía exactamente: «El atleta podrá rescindir inmediatamente si la marca no alcanza en 2025 al menos el 40 % de inversión en producto femenino respecto al masculino». Under Armour estaba en el 9 %.
Las acciones cayeron un 23 % en una hora, la mayor caída diaria de su historia. Las Curry 1 a 12 se agotaron en todas las plataformas de reventa. En eBay, un par de Curry 4 «Nothing But Nets» alcanzó los 48.000 dólares.
Ayesha Curry confirmó en Instagram que la nueva marca «RILEY1» se lanzará el 8 de marzo de 2026, Día Internacional de la Mujer, y que el 100 % de los beneficios del primer año irán a becas para jugadoras de baloncesto de institutos públicos.
LeBron tuiteó: «Eso es legado de verdad.» Kobe, desde el cielo, estaría orgulloso. Hasta Michael Jordan llamó personalmente a Curry: «Hijo, acabas de hacer lo que yo nunca tuve huevos de hacer.»
En el entrenamiento de esa tarde, los Warriors jugaron con unas zapatillas negras sin logo. En la lengüeta, escrito con rotulador permanente: «For the girls who were told no.»
Y mientras el mundo sigue en shock, en una casa de Atherton, una niña de 15 años está diseñando su primera zapatilla junto a su padre. Sin presión de accionistas. Sin reuniones de marketing. Solo un padre cumpliendo la promesa más importante de su vida.
Porque al final, Stephen Curry no dejó Under Armour. Under Armour dejó de ser lo suficientemente grande para contener el corazón de un padre y el sueño de su hija.
Y esa, amigos, es la razón real que ha roto internet, el mercado y millones de corazones… pero que ha construido algo mucho más grande que cualquier contrato.