El Real Madrid vuelve a ser epicentro de una tormenta mediática sin precedentes. El protagonista es Vinícius Júnior, uno de los símbolos más brillantes del club blanco en los últimos años, que habría sido sorprendentemente apartado del equipo por Xabi Alonso tras un tenso enfrentamiento ocurrido durante el último clásico ante el FC Barcelona. La decisión, inesperada y drástica, ha generado un auténtico terremoto dentro del vestuario merengue y un revuelo que ha llegado hasta Inglaterra.
Según fuentes cercanas al vestuario del Real Madrid, el conflicto entre Vinícius y el entrenador Xabi Alonso se originó en el descanso del partido contra el Barça. El brasileño, molesto por algunas instrucciones tácticas y por su sustitución anticipada, habría mostrado una actitud desafiante hacia el técnico. Testigos aseguran que el tono de la conversación subió rápidamente de nivel, hasta el punto de obligar a varios miembros del cuerpo técnico a intervenir para calmar los ánimos.

Xabi Alonso, firme en su estilo disciplinado y en su visión de grupo, no habría tolerado el gesto. Al finalizar el encuentro, el técnico habría comunicado a la directiva su decisión de apartar al jugador “por tiempo indefinido”, enviando un mensaje claro: en el Real Madrid, nadie está por encima del equipo ni del entrenador.
La reacción de Vinícius no se hizo esperar. Visiblemente frustrado, el extremo brasileño habría dejado entrever su disposición a escuchar ofertas de otros clubes, y según varias fuentes en Inglaterra, habría “dado su luz verde” al Manchester City, actual campeón de la Premier League y uno de los pocos equipos capaces de asumir tanto su ficha como su elevado valor de mercado.
Sin embargo, el verdadero escándalo surgió cuando se filtró el precio de traspaso que el Real Madrid habría fijado para liberar a su estrella: una cifra considerada “totalmente absurda” incluso por el propio entorno del jugador. Se habla de más de 300 millones de euros, una cantidad que, en opinión de los expertos, no solo dificulta cualquier negociación, sino que también habría sido impuesta como una maniobra de presión para obligar al jugador a reconsiderar su actitud.

La noticia ha causado una conmoción profunda entre los aficionados blancos. Muchos consideran que el club está cometiendo un error irreparable al enfrentarse a uno de sus talentos más prometedores, mientras que otros apoyan la mano dura de Alonso, quien busca restaurar la disciplina y la unidad dentro del equipo tras varias semanas de tensión.
En Inglaterra, la prensa deportiva ha seguido el caso con enorme interés. El Manchester City, dirigido por Pep Guardiola, ve en Vinícius el perfil ideal para reforzar su ataque, especialmente tras las dificultades físicas de Jack Grealish y la falta de consistencia en algunos extremos. Según el diario The Guardian, el club inglés estaría dispuesto a presentar una oferta formal en el mercado invernal, aunque difícilmente alcanzaría las cifras astronómicas impuestas por el Real Madrid.
Mientras tanto, la relación entre Vinícius y la directiva parece deteriorarse día tras día. El jugador se habría sentido traicionado por la falta de apoyo institucional y sorprendido por la severidad del castigo. Cercanos al futbolista afirman que “Vini está cansado de ser el chivo expiatorio de cada derrota” y que “solo quiere sentirse valorado y respetado dentro del club al que ha dado todo desde su llegada en 2018.”

La tensión se extiende también al vestuario. Algunos compañeros habrían mostrado su solidaridad con el brasileño, mientras otros prefieren mantenerse al margen, conscientes de la firmeza del técnico vasco. Xabi Alonso, por su parte, mantiene silencio absoluto, limitándose a declarar en rueda de prensa que “el Real Madrid es más grande que cualquier nombre propio”.
El futuro de Vinícius Júnior, hasta hace poco considerado intocable, es ahora una incógnita. Si no se logra una reconciliación interna, el jugador podría forzar su salida en enero, lo que marcaría uno de los capítulos más polémicos en la historia reciente del club blanco.
Una cosa es segura: el Bernabéu tiembla, y el eco de esta explosión ha llegado hasta Manchester. En medio de rumores, tensiones y negociaciones, el destino de Vinícius Júnior podría cambiar el equilibrio de poder en el fútbol europeo. Y mientras los aficionados esperan respuestas, el nombre del brasileño sigue resonando como símbolo de una batalla entre el talento individual y la autoridad del grupo.