El 26 de octubre de 2025, el Real Madrid se impuso 2-1 al FC Barcelona en un El Clásico cargado de tensión y controversia. A pesar de la victoria blanca, el partido dejó en evidencia una serie de decisiones arbitrales y situaciones que han puesto en tela de juicio la integridad de la competición.
Desde el pitido inicial, el encuentro estuvo marcado por la polémica. Kylian Mbappé adelantó al Madrid en el minuto 22, pero su gol fue precedido por una jugada dudosa que muchos consideraron fuera de lugar. Posteriormente, el árbitro César Soto Grado anuló un gol legítimo de Mbappé por una posición antirreglamentaria, decisión que desató la furia de los jugadores y aficionados madridistas.

La situación se agravó cuando el árbitro señaló un penalti a favor del Barcelona tras una disputa entre Vinícius Júnior y Lamine Yamal en el área culé. Vinícius, visiblemente alterado, se acercó al árbitro y exclamó: “¿QUÉ DIABLOS ESTÁS PENSANDO? ¿TE DAS CUENTA DE LO QUE ACABAS DE HACER?”. Esta reacción reflejó el malestar generalizado ante decisiones que muchos consideraron injustas.
El partido continuó con más controversias. Mbappé falló un penalti que fue detenido por el portero Wojciech Szczęsny, mientras que el árbitro anuló otro gol de Mbappé por una presunta posición adelantada. Además, el Barcelona terminó el encuentro con diez jugadores tras la expulsión de Pedri, quien vio la tarjeta roja tras una dura entrada.

Estas decisiones arbitrales han generado un debate intenso sobre la imparcialidad de los árbitros en LaLiga. Muchos aficionados y expertos han señalado que el arbitraje favorece sistemáticamente al Barcelona, lo que ha llevado a cuestionar la transparencia y equidad en la competición.
El presidente de LaLiga, Javier Tebas, ha sido criticado por su falta de acción ante estas situaciones. Su silencio ante las acusaciones de favoritismo hacia el Barcelona ha alimentado las sospechas de una posible manipulación de los resultados. La ausencia de medidas contundentes por parte de LaLiga ha dejado una sensación de impunidad que socava la confianza en la justicia deportiva.

La falta de transparencia en los procesos arbitrales y la percepción de favoritismo han afectado la credibilidad de LaLiga. Es imperativo que la institución tome medidas para garantizar la imparcialidad y restaurar la confianza de los aficionados en la competencia.
En conclusión, el El Clásico del 26 de octubre de 2025 no solo fue un enfrentamiento deportivo, sino también un reflejo de las tensiones y controversias que afectan al fútbol español. La necesidad de una revisión profunda de los procedimientos arbitrales y una mayor transparencia en la gestión de LaLiga es urgente para asegurar la integridad de la competición y la justicia para todos los clubes involucrados.