En el estadio Santiago Bernabéu se vivió una noche cargada de tensión y polémica durante el duelo de Champions League entre el Real Madrid y el Olympique de Marsella. El protagonista inesperado fue Dani Carvajal, quien terminó siendo expulsado tras recibir una tarjeta roja directa que dejó a los aficionados y analistas completamente sorprendidos. El lateral derecho español, pieza fundamental en el esquema de Carlo Ancelotti, no tardó en expresar su versión de los hechos una vez concluido el encuentro. “Me tendieron una trampa”, aseguró el defensa con gesto de frustración, palabras que rápidamente encendieron el debate en los medios y en las redes sociales.

La jugada polémica ocurrió en el minuto 67, cuando Carvajal se vio envuelto en un forcejeo con un atacante del Marsella. El árbitro, tras una breve conversación con el juez de línea y sin consultar el VAR, decidió mostrarle la tarjeta roja. La reacción de los jugadores blancos fue inmediata, rodeando al colegiado para exigir explicaciones. Sin embargo, la decisión se mantuvo firme, dejando al Real Madrid con diez hombres en un momento crucial del partido.

Lo que más llamó la atención fue la firmeza con la que Carvajal defendió su inocencia. Según el propio jugador, el delantero rival exageró el contacto y provocó la reacción del árbitro. “Sabía lo que hacía, me buscó desde el inicio del partido. Esto no es fútbol, es teatro”, añadió el defensor, elevando todavía más la temperatura del debate. Para muchos seguidores merengues, el incidente reavivó la eterna discusión sobre la necesidad de utilizar el VAR en todas las jugadas que impliquen una sanción tan severa.

Las declaraciones de Carvajal encontraron eco en el vestuario. Varios de sus compañeros, incluido Luka Modrić, salieron en su defensa ante los medios. “Dani no es un jugador violento, todos lo conocemos. Fue una decisión injusta que cambió el rumbo del partido”, señaló el croata. Ancelotti, por su parte, evitó atacar directamente al arbitraje, pero dejó entrever su molestia: “Prefiero no hablar de los árbitros, pero todos vieron lo que pasó. Nosotros solo queremos igualdad de criterios”.
La prensa española y europea se dividió rápidamente. Algunos periódicos franceses defendieron la decisión arbitral, subrayando que Carvajal levantó la mano en un gesto innecesario. En cambio, la mayoría de los medios madrileños calificaron la expulsión de “incomprensible” y “una mancha en un partido que prometía espectáculo”.
Más allá de la controversia, el futuro inmediato del lateral preocupa al Real Madrid. La sanción por roja directa podría apartarlo de al menos dos partidos de Champions, un golpe sensible para la defensa merengue en un calendario ya de por sí exigente.
Mientras tanto, los aficionados siguen divididos. En las redes sociales, miles de mensajes acompañados del hashtag #JusticiaParaCarvajal se volvieron tendencia en cuestión de minutos. Para los madridistas, la expulsión no solo fue injusta, sino también un reflejo de la presión y la polémica que rodean al arbitraje en competiciones europeas.
Carvajal, firme en su discurso, cerró la noche con una frase que resonará en las próximas semanas: “No me arrepiento de nada, porque no hice nada. Solo lamento que mis compañeros tuvieran que luchar con uno menos por algo que no merecían”.