En el vertiginoso mundo de la Fórmula 1, donde las rivalidades en la pista a menudo se extienden más allá del asfalto, un reciente episodio ha sacudido los cimientos de la comunidad automovilística. Max Verstappen, el tetracampeón mundial y estrella indiscutible de Red Bull, no ha podido contener su frustración hacia Flavio Briatore, el controvertido asesor ejecutivo de Alpine. En una declaración que ha generado titulares en todo el planeta, Verstappen calificó a Briatore de “idiota” después de que el italiano intentara repetidamente despedir al joven piloto argentino Franco Colapinto. Este conflicto no solo ha expuesto tensiones internas en los equipos, sino que también ha obligado a Colapinto a alzar la voz en su propia defensa, defendiendo su lugar en la parrilla con una madurez que ha sorprendido a muchos.
Todo comenzó en las últimas carreras de la temporada 2025, cuando Colapinto, de apenas 21 años, se incorporó al equipo Alpine como piloto titular tras un préstamo desde Williams. Su debut en Imola fue prometedor, terminando en la 16ª posición, pero no exento de controversias. Durante las sesiones de práctica, Colapinto protagonizó maniobras que irritaron a varios competidores, incluyendo al propio Verstappen. En Mónaco, por ejemplo, el neerlandés le dedicó un gesto irónico al argentino por entorpecer una vuelta rápida, y en Imola, Verstappen se mostró desconcertado cuando Colapinto usó el DRS para adelantarlo, exclamando por radio: “¿Y este quién es?”. Estos incidentes menores se acumularon, pero el verdadero detonante fue la presión constante de Briatore para sacar a Colapinto del asiento.
Briatore, conocido por su historial polémico en la F1 —desde el escándalo de espionaje en Renault hasta su regreso como “asesor especial” en Alpine—, ha sido implacable con el novato. En declaraciones recientes, el italiano criticó abiertamente el rendimiento de Colapinto en las prácticas del Gran Premio de España, donde el argentino sufrió una falla mecánica y un choque menor. “Se estrelló de inmediato el primer fin de semana”, soltó Briatore, insinuando que Colapinto no estaba listo para la presión. Fuentes cercanas al equipo revelan que Briatore ha impulsado pruebas para otros pilotos como Paul Aron y Jack Doohan, buscando alternativas para el 2026. Inicialmente, se anunció que Colapinto solo tendría garantizadas cinco carreras, una medida que el propio Briatore admitió como una forma de “poner presión” a sus patrocinadores argentinos, que inyectan fondos vitales al equipo francés.
Verstappen, quien ha defendido públicamente a rookies en el pasado, vio en estas acciones una falta de respeto hacia el talento emergente. En una entrevista post-carrera en el GP de Canadá, el piloto de Red Bull no se mordió la lengua: “Briatore es un idiota por tratar de despedir a Colapinto todo el tiempo. El chico tiene potencial y solo necesita tiempo para adaptarse. En lugar de apoyarlo, lo sabotea”. Estas palabras, pronunciadas en un tono calmado pero firme, resonaron en las redes sociales, donde fans de todo el mundo, especialmente los argentinos, aplaudieron la solidaridad de Verstappen. El neerlandés, que ha lidiado con sus propias presiones en Red Bull, argumentó que la F1 necesita fomentar a los jóvenes en vez de descartarlos prematuramente, recordando cómo él mismo tardó en consolidarse.
La respuesta de Colapinto no se hizo esperar, y fue un ejemplo de compostura bajo fuego. En una rueda de prensa en Monza, el bonaerense se plantó con elegancia: “Respeto las opiniones de Briatore, pero mi foco está en la pista. He aprendido de errores como el de Imola con Tsunoda, y pido a mis seguidores que muestren respeto, no odio. Si Verstappen me defiende, lo agradezco, pero yo hablo con resultados”. Esta réplica no solo calmó las aguas, sino que obligó a Briatore a retractarse parcialmente. Días después, en septiembre de 2025, el italiano respaldó a Colapinto para continuar junto a Pierre Gasly en 2026, anunciando que la decisión final se tomaría en octubre. “Soy optimista con Franco”, admitió Briatore, aunque dejó claro que el rendimiento en las próximas carreras sería decisivo.
Este episodio ilustra las dinámicas tóxicas que persisten en la Fórmula 1, un deporte donde el talento choca con la política interna. Colapinto, con su velocidad innata y apoyo masivo de hinchas argentinos que invadieron Imola, representa una nueva generación que no se doblega fácilmente. Verstappen, por su parte, emerge como un líder inesperado, defendiendo la equidad en un paddock dominado por egos. Mientras Alpine lidia con su crisis de desarrollo para 2026 —admitiendo que no pueden mejorar el auto actual y enfocarse en el nuevo reglamento—, la permanencia de Colapinto podría ser clave para revitalizar al equipo. En un año marcado por cambios, como la renovación de Gasly hasta 2028 y las incógnitas en Mercedes y Red Bull, este drama añade picante a la recta final de la temporada. Solo el tiempo dirá si Briatore aprende de sus “idioteces” o si Colapinto consolida su lugar como el próximo gran talento sudamericano en la élite del automovilismo.