El debate sobre la identidad de género y los roles familiares ha dado un giro inesperado después de que la actriz Bella Ramsey, conocida por su papel de la intrépida Lyanna Mormont en Juego de Tronos y, más recientemente, por su papel de Ellie en The Last of Us , lanzara una dura y polémica reprimenda a un padre no binario. La situación comenzó cuando este, quien se identifica como no binario y es padre de gemelos, recurrió a las redes sociales para expresar su frustración por ser malinterpretado cada vez que se referían a él como “papá”.
La publicación de esta persona captó rápidamente la atención, y quienes apoyan la inclusión de género defendieron su derecho a ser identificados según los pronombres que eligen. Sin embargo, también generó críticas de quienes argumentaban que los roles biológicos y sociales en la crianza no pueden separarse por completo del idioma y la tradición. Entre las voces más sorprendentes que intervinieron se encontraba Ramsey, quien a menudo se ha expresado abiertamente sobre temas sociales progresistas y la inclusión.
En una declaración que dejó atónitos a muchos, Ramsey escribió: “¡Imagínense estar de parto de gemelos y oír al padre de sus hijos diciéndole a la matrona sus pronombres!”. El comentario, mordaz y cargado de sarcasmo, se viralizó de inmediato. Tanto los fans como los críticos se sorprendieron al ver a la actriz, quien se ha identificado como no binaria en entrevistas anteriores, adoptar una postura tan firme que muchos interpretaron como una burla.
La reacción no se hizo esperar. Quienes apoyan al padre no binario condenaron la declaración de Ramsey, calificándola de despectiva y dañina, y la acusaron de traicionar los mismos valores de inclusión que ella misma ha defendido. Las redes sociales se convirtieron en un campo de batalla, con hashtags relacionados con Ramsey que se convirtieron en tendencia mundial. Algunos la acusaron de hipocresía, mientras que otros defendieron su comentario como una defensa de las madres y la santidad del parto.
Los comentaristas culturales han señalado la ironía de la controversia. Ramsey, quien saltó a la fama interpretando a un personaje conocido por su fuerza, independencia y negativa a conformarse con las expectativas, ha sido aclamada a menudo como un símbolo de empoderamiento. Sin embargo, sus últimas palabras han suscitado acusaciones de reforzar los roles de género tradicionales en detrimento de un grupo marginado.
Para algunos observadores, la controversia subraya la complejidad de los debates modernos sobre la identidad de género, el lenguaje y la familia. Por un lado, quienes argumentan que la inclusividad debe extenderse a todas las esferas de la vida, incluyendo la terminología parental. Por otro lado, quienes critican creen que reelaborar términos familiares profundamente arraigados como “mamá” y “papá” corre el riesgo de socavar la claridad y la resonancia emocional de los vínculos familiares. El comentario de Ramsey, ya sea con intención humorística o crítica, se ha convertido en un detonante para este choque de perspectivas.
Mientras tanto, el padre no binario en el centro de la controversia ha redoblado su postura, publicando un comunicado en el que enfatiza el dolor de ser malinterpretado e insiste en que el respeto por los pronombres es un derecho humano fundamental. El padre expresó su decepción por que alguien con la plataforma de Ramsey contribuyera al ridículo en lugar de a la comprensión.
A medida que la controversia continúa, se plantean preguntas más importantes sobre el papel de las celebridades en la configuración de los debates culturales. El prestigio de Ramsey garantiza que sus palabras tengan eco mucho más allá de su propia base de fans. Para muchos, el incidente pone de relieve tanto el progreso como las tensiones inherentes a la evolución de la comprensión del género en la sociedad.
Queda por ver si Ramsey ofrecerá una aclaración o se disculpará. Lo que está claro es que su inesperada reprimenda ha abierto un nuevo frente en un debate ya acalorado sobre la identidad, el respeto y el lenguaje familiar. Con tan solo 21 años, Ramsey ha vuelto a ser el centro del discurso cultural, no esta vez por sus papeles en pantalla, sino por palabras que han dividido al público mundial.