En una impresionante revelación después de la triunfante victoria de Rory McIlroy en 2025 Masters, su esposa separada, Erica Stoll, ha declarado públicamente que su decisión de solicitar el divorcio fue la elección más sabia que alguna vez tomó. La victoria de los playoffs de McIlroy en Augusta National, asegurando su carrera Grand Slam, fue un momento histórico en el golf, pero la declaración sincera de Stoll ha cambiado la atención a la agitación personal de la pareja, agregando una capa de complejidad al éxito profesional del Irlandesa del Norte.
Stoll, quien solicitó el divorcio a fines de 2024, habló brevemente a un confidente cercano, explicando que la decisión fue impulsada por su necesidad de independencia y satisfacción personal. “Estaba viviendo en la sombra de Rory, y necesitaba encontrarme de nuevo”, dijo, según los informes. Fuentes cercanas a Stoll sugieren que las presiones de la carrera de alto perfil de McIlroy, junto con sus diferentes prioridades, crearon una grieta irreparable. Mientras que McIlroy se consumió por su búsqueda de la esquiva chaqueta verde, Stoll se sintió cada vez más aislada, manejando su vida familiar, incluida la crianza de su hija, Poppy, en gran parte sola. Ella describió el divorcio como un paso “liberador” hacia la reclamación de su identidad fuera de la órbita del golfista.
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El momento de la declaración de Stoll, pocos días después de la victoria de McIlroy’s Masters, ha provocado especulaciones generalizadas. McIlroy, quien ganó $ 4.2 millones por su victoria, celebró emocionalmente con Poppy y sus padres, pero Stoll estaba notablemente ausente. Los expertos revelan que la separación de la pareja era amigable pero tensa, con Stoll priorizando la privacidad durante el ascenso de McIlroy a la cima del mundo del golf. Su decisión de hablar ahora parece ser una respuesta al intenso enfoque de los medios de comunicación en el logro de McIlroy, que sintió eclipsó su propio viaje.
Los fanáticos y comentaristas del golf tienen reacciones mixtas. Algunos admiran el coraje de Stoll al priorizar su bienestar, mientras que otros ven su momento como oportunista, dado el reciente éxito de McIlroy. Las publicaciones en las redes sociales en X reflejan la división, con algunos usuarios elogiando la “fuerza” de Stoll y otros que la acusan de “robar el momento de Rory”. Ni Stoll ni McIlroy han abordado estos sentimientos públicamente, aunque los comentarios posteriores a McIlroy se centraron únicamente en su gratitud por su equipo y familia, evitando la mención del divorcio.
La división de la pareja marca el final de una relación que comenzó en 2012, cuando Stoll, entonces empleado de PGA, se reunió con McIlroy durante la Ryder Cup. Se casaron en 2017, y su asociación aparentemente estable fue un elemento fijo en la escena social del golf. Sin embargo, la revelación de Stoll sugiere desafíos más profundos debajo de la superficie. Mientras McIlroy disfruta de la gloria de completar el Grand Slam, las palabras de Stoll sirven como un recordatorio de los costos personales detrás de los triunfos públicos. Mientras McIlroy se prepara para el Campeonato PGA, se dice que Stoll explora nuevas empresas, incluidas las iniciativas de filantropía y bienestar. Sus caminos, una vez entrelazados, ahora divergen, dejando el mundo del golf para reflexionar sobre el lado humano del legado de un campeón.