Xabi Alonso criticó a tres jugadores, entre ellos Arda Güler, por su ineficaz actuación en la semifinal Real Madrid-PSG y exigió al presidente Pérez que les impusiera fuertes sanciones. Sin embargo, la respuesta del presidente del Real Madrid sorprendió a todos.

Tras los dramáticos acontecimientos que siguieron a la derrota del Real Madrid por 4-0 ante el París Saint-Germain en las semifinales del Mundial de Clubes de la FIFA el 10 de julio de 2025, el entrenador Xabi Alonso criticó públicamente a tres jugadores, entre ellos la reconocida estrella turca Arda Güler, por sus malas actuaciones. Visiblemente frustrado tras el partido, el técnico español exigió al presidente del club, Florentino Pérez, que impusiera severas sanciones disciplinarias a los tres jugadores. Sin embargo, la reacción de Pérez sorprendió a aficionados, jugadores y analistas, desatando un acalorado debate sobre el futuro del club.
El partido contra el PSG en el MetLife Stadium de Nueva Jersey fue el primer paso del Real Madrid para afrontar la realidad. Con Luis Enrique al mando, el PSG dio una lección magistral, aprovechando los fallos defensivos y superando a un Real Madrid desorganizado. Los goles de Fabián Ruiz (que marcó dos goles), Ousmane Dembélé y Gonçalo Ramos marcaron una humillante despedida para el gigante español, que albergaba grandes esperanzas de ganar el Mundial de Clubes. La derrota expuso las flagrantes debilidades del equipo de Alonso. El entrenador citó la falta de intensidad, la mala toma de decisiones y las debilidades defensivas como las principales razones del colapso.
Alonso, quien asumió como entrenador del Real Madrid este verano, fue contundente en su análisis posterior al partido. Diversas fuentes citaron a Marco Asensio, Vinicius Junior y Arda Güler como los principales responsables del bajo rendimiento del equipo. Asensio, quien ha tenido dificultades para recuperar su forma, fue criticado por un error crucial que propició el primer gol del PSG. Vinicius, habitualmente un jugador dinámico, fue descrito como alguien que “manejaba el juego” y no lograba romper la defensa. Esto dejó la banda derecha vulnerable a los incesantes ataques del PSG, especialmente de Khvicha Kvaratskhelia. A pesar de su reciente ascenso a un rol clave en el sistema de Alonso, Güler fue criticado por su incapacidad para influir en el juego en su nuevo rol de mediocampista. La falta de anticipación defensiva del entrenador y su incapacidad para construir el juego con eficacia fueron las razones citadas. En un acalorado intercambio con la directiva del club, Alonso instó a Pérez a tomar medidas decisivas, sugiriendo fuertes multas e incluso dejar en el banquillo a algunos jugadores para enviar un mensaje al equipo. El excentrocampista, conocido por su inteligencia táctica y serenidad, pareció perder la compostura habitual e insistió en que tales actuaciones eran inaceptables para un club como el Real Madrid. “Hoy estuvimos por debajo de nuestro nivel”, declaró Alonso en rueda de prensa, admitiendo que sus ajustes tácticos habían fallado. “El inicio del partido marcó la diferencia. El PSG estaba a un nivel que no podíamos igualar, y algunos jugadores no estuvieron a la altura de las expectativas”.
Sin embargo, la atención se centró rápidamente en la reacción de Pérez, que causó revuelo entre la afición madridista. En lugar de apoyar la solicitud de sanción de Alonso, el presidente, según se informa, rechazó la idea por completo y adoptó una postura más comedida. Fuentes cercanas al club indican que Pérez, consciente del delicado equilibrio y la moral que debe mantenerse en la plantilla, enfatizó la importancia de aprender de la derrota en lugar de recurrir a medidas punitivas. “Esta es una nueva era para el Real Madrid”, dijo Pérez a Alonso. “No estamos destruyendo, estamos construyendo. Estos jugadores son nuestro futuro y debemos apoyarlos en su desarrollo”. Si bien algunos interpretaron la decisión de retener a los jugadores, especialmente al joven Güler, como una señal de confianza en el potencial de la plantilla, otros la vieron como un fracaso a la hora de abordar problemas más profundos dentro del equipo.
La falta de medidas disciplinarias contra los jugadores ha generado reacciones encontradas. Algunos aficionados y comentaristas argumentan que la postura de Pérez refleja su visión a largo plazo para un equipo en transición, especialmente en lo que respecta a jóvenes talentos como Güler, quien demostró ser una gran promesa a pesar de sus dificultades contra el PSG. Con tan solo 20 años, Güler ha sido una pieza clave en el equipo bajo la dirección de Alonso, con un rendimiento magnífico como central y recibiendo elogios por su visión y creatividad en partidos anteriores. Sin embargo, sus deficiencias defensivas y su inexperiencia quedaron al descubierto contra un PSG bien preparado, lo que genera dudas sobre su preparación para estos encuentros de alto riesgo. Vinicius, jugador clave del equipo, también ha sido criticado por su irregularidad esta temporada, mientras que las persistentes dificultades de Asensio han generado especulaciones sobre su futuro en el club.
Los críticos de la decisión de Pérez argumentan que la indulgencia podría socavar la autoridad de Alonso en su intento de establecer una nueva identidad para el Real Madrid. El exentrenador del Bayer Leverkusen ha recibido la tarea de reconstruir un equipo que había sido acusado de reticencia y de una excesiva dependencia del talento individual bajo la dirección de Carlo Ancelotti. El énfasis de Alonso en el juego de equipo y la disciplina defensiva había dado resultados prometedores en partidos anteriores, con Güler y Jude Bellingham formando una dinámica dupla en el mediocampo. Sin embargo, la derrota contra el PSG puso de manifiesto la brecha entre el Madrid y la élite europea, y la cohesión del PSG bajo la dirección de Enrique ofreció un atisbo de lo que Alonso espera lograr.
Las consecuencias del partido también han intensificado las críticas contra el propio Alonso. Si bien su decisión de señalar a jugadores ha sido elogiada por su honestidad, algunos se preguntan si criticar públicamente a jóvenes estrellas como Güler podría socavar su confianza en sí mismo. Otros creen que su solicitud de sanción refleja su determinación de inculcar una mentalidad ganadora, incluso si eso implica tomar decisiones difíciles. Mientras tanto, la negativa de Pérez a apoyar la medida disciplinaria de Alonso es una situación que algunos creen que podría generar tensiones entre el entrenador y la directiva.
Mientras el Real Madrid se prepara para la temporada 2025-26, la atención se centrará en cómo Alonso y Pérez afrontan este revés. La decisión del presidente de proteger a los jugadores demuestra su confianza en su resiliencia, a la vez que presiona a Alonso para que obtenga resultados sin la autoridad para imponer una disciplina estricta. Si bien la derrota ante el PSG fue una lección dolorosa para Güler, Vinicius y Asensio, podría ser un momento decisivo para su desarrollo en la nueva era del club. Con Alonso prometiendo un “nuevo comienzo” la próxima temporada, todas las miradas estarán puestas en si esta talentosa plantilla puede superar este desafío y reafirmar el dominio global del Real Madrid.