Wimbledon 2025 ha estado cargado de emoción, pero nada ha conmovido tanto al mundo del tenis como el inesperado drama que enfrentó a la estrella estadounidense en ascenso Ben Shelton, al veterano búlgaro Grigor Dimitrov y a la leyenda del tenis Roger Federer. Poco antes de la semifinal de Shelton, sus polémicos comentarios sobre su victoria en cuartos de final desataron una polémica en redes sociales y provocaron una fría pero contundente respuesta del propio Federer.
En una entrevista previa al partido con ESPN, Shelton, de 22 años, comentó sobre su sorpresiva victoria sobre Grigor Dimitrov, quien se retiró a mitad del partido de cuartos de final debido a una lesión en el hombro. Mientras que la mayoría de los jugadores jóvenes podrían haber hablado con humildad o expresado preocupación por su oponente, Shelton opinó lo contrario.
“Seamos sinceros”, dijo Shelton. “Fue setenta por ciento suerte y treinta por ciento favoritismo de los organizadores. Grigor no tenía ninguna razón real para irse”.
La declaración dejó atónitos a aficionados y periodistas. Acusar a los organizadores de Wimbledon de favoritismo y cuestionar la legitimidad de la lesión de Dimitrov provocó una reacción inmediata. Muchos consideraron las declaraciones de Shelton irrespetuosas, sobre todo viniendo de alguien relativamente nuevo en el mundo del Grand Slam.
Los comentarios de Shelton se viralizaron y generaron debate en redes sociales. Etiquetas como #SheltonDrama, #WimbledOnFavorism y #RespectGrigor se convirtieron en tendencia. Algunos exprofesionales incluso opinaron. El australiano Nick Kyrgios tuiteó: “¿Valiente o simplemente estúpido? Hay un límite, y creo que lo cruzó”. Por otro lado, algunos aficionados elogiaron la franqueza de Shelton, argumentando que el tenis necesita personalidades más abiertas que no teman decir lo que piensan.
La situación se intensificó cuando Roger Federer, ampliamente respetado como el mayor embajador del deporte, rompió su silencio habitual sobre temas sociales del tenis. El 20 veces campeón de Grand Slam publicó en Twitter un mensaje que se convirtió instantáneamente en una de las publicaciones deportivas más virales del año.
Los campeones no se quejan cuando ganan. Reflexionan.
Nueve palabras. Eso fue todo lo que Federer necesitó para terminar la conversación. En cuestión de minutos, su tuit tenía millones de visitas. Miles de tenistas, aficionados y comentaristas lo compartieron. A Rafael Nadal le gustó la publicación. Novak Djokovic la reposteó con un simple emoji: . Incluso la cuenta oficial de Wimbledon acortó el tuit con la leyenda: “Habló como una verdadera leyenda”.
Shelton, quien estuvo activo en redes sociales toda la semana, guardó silencio. No respondió al comentario de Federer ni publicó más comentarios. Según una fuente de su equipo, el estadounidense se sintió “profundamente conmocionado” por las inesperadas críticas públicas de una figura tan venerada.
Mientras tanto, Grigor Dimitrov optó por no responder directamente, centrado en su recuperación. Sin embargo, las cámaras lo captaron sonriendo en silencio cuando le preguntaron sobre los comentarios de Shelton, respondiendo: “Dejaré que el tenis hable por sí solo”.
El drama ha puesto de relieve las tensiones subyacentes en el tenis profesional. Los jugadores más jóvenes, a menudo audaces y sin tapujos, están chocando con los valores tradicionales de la generación anterior. Algunos expertos afirman que el arrebato de Shelton no se debe solo a un partido, sino a una nueva generación que exige mayor transparencia en la gestión de los torneos.
Un exentrenador que prefirió permanecer en el anonimato dijo: «Siempre ha habido una calma serena en el tenis. La programación, la asignación de canchas, los horarios de práctica… es real. Pero nadie lo había dicho con tanta franqueza».
Sin embargo, hay una diferencia entre honestidad y humildad, algo que el comentario de Federer nos recordó discretamente. Para un deporte que se enorgullece de la elegancia y el respeto, las declaraciones de Shelton quizá hayan forzado demasiado los límites.
Queda por ver si Shelton aprende de este momento o continúa sumido en la polémica. Su actuación en semifinales será reñida, no solo por sus habilidades, sino también por su comportamiento dentro y fuera de la cancha. La presión es ahora mayor que nunca, no solo por ganar, sino por redimirse ante la afición y los demás jugadores.
En última instancia, Wimbledon continúa, pero los ecos de este drama perdurarán mucho después de la conclusión del torneo. Y para muchos, las nueve palabras de Roger Federer servirán como un recordatorio silencioso de lo que realmente significa ser un campeón.